Las Rondalles Mallorquines se transforman en un juego de mesa

Este pasado fin de semana ha marcado un hito para los creadores mallorquines de juegos de mesa. Y es que Iràs i no Tornaràs, concebido en Manacor por un equipo de entusiastas locales y lanzado mediante una campaña de financiamiento en la plataforma Verkami, ha alcanzado su objetivo de 3.000 euros tan solo en las primeras 25 horas, y ha continuado superando metas adicionales durante este domingo 18 y lunes 19 de febrero, superando los 5.000 euros.

Iràs i no Tornaràs se inspira en las fascinantes Rondalles Mallorquines, narrativas tradicionales arraigadas en la cultura local, recopiladas hace más de un siglo por Antoni Maria Alcover. Estas historias han perdurado a lo largo del tiempo gracias a su poder pedagógico y su capacidad para cautivar la imaginación. En el universo de estas leyendas, los jugadores se enfrentarán a seres misteriosos, criaturas mágicas y desafíos épicos mientras se sumergen en un mundo donde la realidad y la fantasía se entrelazan.

Fondos

«La primera idea era que la Institució Alcover de Manacor se hiciera cargo de los gastos de edición del juego, pero al ser una entidad pública hubiera habido problemas administrativos para después ponerlo a la venta, así que asumimos el proyecto y lo pagamos con fondos propios. Después pedimos una subvención a la Generalitat de Catalunya, que nos concedió lo que sería aproximadamente un 50% del presupuesto», explica Llucia Serra, responsable lingüística del proyecto.

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«Por eso lanzamos la campaña de Verkami, para cubrir el resto de los gastos y para empezar a comercializar el juego». «Uno de nuestros ‘modelos a seguir’ ha sido ‘zombie paella’, una empresa que tuvo mucho éxito con La fallera calavera y después también con otros proyectos que trasladan la cultura popular al lenguaje del juego de mesa y que le dan una pátina de modernidad. Para nosotros era importante encontrar un equilibrio entre tradición y modernidad, que el proyecto fuera respetuoso con las fábulas mallorquinas pero que conectara con la estética y el gusto del siglo XXI», añade.

El juego propone una experiencia colaborativa, invitando a los participantes a convertirse en protagonistas de una de estas narrativas. A medida que avanzan en la partida, los jugadores superarán desafíos y completarán los tres emocionantes capítulos de la rondalla antes de enfrentarse al enemigo principal: el demonio.

Cooperación

Iràs i no Tornaràs no solo ofrece entretenimiento, sino que también fomenta la cooperación, el diálogo y la colaboración entre los jugadores. Diseñado para ser disfrutado por grupos de 2 a 4 personas, el juego es adecuado para jugadores a partir de los 12 años y tiene una duración aproximada de 60 minutos por partida.

Los creadores del juego, liderados por Marc Cantallops, diseñador y director del proyecto, han reunido un equipo talentoso que incluye a Aina Llobera como ilustradora, Erika Godino como responsable del diseño gráfico, y Llucia Serra como experta en lengua y literatura catalanas, encargada de la corrección lingüística y el asesoramiento literario del proyecto.

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El juego promete una experiencia única y emocionante, donde la imaginación se combina con la estrategia en un mundo de leyendas y misterios. Aunque por el momento solo está disponible en catalán, el juego promete encantar a jugadores de todas las edades y contextos, desde tardes familiares hasta actividades educativas en aulas y bibliotecas.

«La comercialización se hará a través de tiendas: de momento ya hemos apalabrado la venta a tres puntos: Melicotó, Món de Llibres y la librería Espirafocs, pero seguramente también en tiendas especializadas en el mundo de los juegos de mesa como Goblin Trader o Gotham, ambas en Palma», dice Serra.

Como el juego es en catalán, de momento la difusión se hará en los territorios de habla catalana: «Hemos acordado una presentación del juego en el espacio Mallorca de Barcelona y buscaremos formas de llegar al público del País Valencià. En Eivissa también». «En un futuro, si tenemos éxito, nos gustaría tratar de traducirlo a otras lenguas y llevarlo al mercado internacional, pero de momento el reto es ver cómo responde el público mallorquín».

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