La justicia avala el uso eclesiástico de la ermita de Betlem, en Artà

La sentencia da vigencia a una donación hecha en 1805 y a la posterior trasferencia a favor Obispado de Mallorca

La ermita de Artà.

La ermita de Artà. / DM

Llorenç Riera

Llorenç Riera

La titularidad y uso eclesiástico de la ermita de Betlem, en Artà, permanece vigente pese a que sus beneficiarios iniciales, reagrupados en la congregación de Ermitaños de Sant Pau y Sant Antoni, ya no habitan el cenobio desde 2010. No hay lugar, por tanto, a reinscribir los terrenos afectados a favor de quienes pretenden ser los actuales herederos de Jaime Morey Pizá, que el 24 de julio de 1805 cedió la finca de Binialgorfa a los entonces Ermitaños de Artà.

El titular del juzgado de primera instancia número 1 de Manacor ha desestimado la demanda planteada, mediante Juicio Verbal, por los letrados José Antonio Cabot y Martina Caldera quienes aspiraban a que se reconociera la pretensión de efectividad del derecho real de posesión a favor de su representado. Por contra, el Obispado de Mallorca, defendido por Raimundo Zaforteza, ha podido hacer valer los títulos de propiedad y las inscripciones registrales a su nombre, en todo lo relativo a las edificaciones y tierras de lo que hoy se conoce como ermita de Betlem.

La justicia avala el uso eclesiástico de la ermita de Betlem, en Artà

La justicia avala el uso eclesiástico de la ermita de Betlem, en Artà / DM

Si bien el magistrado, en los fundamentos de derecho de la sentencia que acaba de dictar, reconoce la existencia de una cuarterada de la que es legítimo titular el demandante, da prevalencia a unas condiciones de donación original que reservaban en exclusiva para los ermitaños «el derecho de cultivar y disfrutar» de estos terrenos. Al abandonar Betlem, la congregación de ermitaños de Sant Pau y Sant Antoni hizo escritura de donación, el 12 de agosto de 2010, a favor del Obispado de Mallorca quien ahora ha visto reconocida su propiedad sobre el lugar. El juez sustenta su fallo sobre la documentación aportada y la jurisprudencia recopilada en la Audiencia Provincial de Granada y en la de Palma.

De todos modos, al margen de la apelación ordinaria que se pueda plantear, no están cerrados todos los cauces de disputa legal. El mismo magistrado advierte que permanecen «cuestiones controvertidas» que no se han visto en esta causa y que son susceptibles de ser «objeto más de una acción reivindicatoria de dominio y de cumplimiento o no de la condición determinante».

En busca de nueva estabilidad

Los ermitaños dejaron Betlem en 2010. Desde entonces, el santuario está habitado por un único donat seglar. Se trata de Joan Xamena, natural de Felanitx. Recientemente, el Obispado acaba de firmar un convenio con la Cooperativa de Artà para explotar, con fines medioambientales y sociales, el huerto y demás tierras de secano que gestionaban los ermitaños.

Diversas congregaciones religiosas, tanto masculinas como femeninas, han evaluado, sin éxito, la posibilidad de instalarse en Betlem. La última de ellas ha sido los Hermanos de la Obra de Amor, una entidad novel, cuyos componentes han llegado a residir durante un tiempo en la ermita pero su presencia no se ha consolidado y ni siquiera llegó a hacerse pública por parte del Obispado.

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