La neofiesta decana de Mallorca, El Cosso, hace estallar a Felanitx

La neofiesta decana del verano de Mallorca, organizada por la peña de El Cosso de Felanitx, se sobrepuso al susto del temporal del domingo, que hizo temer por su celebración, y festejó ayer por todo lo alto sus cuatro décadas de vida. Con todo un ritual festivo que responde a sus propios códigos (la resurrección de sa Quica, el paso bajo palio y el pregón alternativo), esta surrealista celebración que se celebra por el día de Sant Agustí congregó a centenares de jóvenes y no tan jóvenes unidos por la filosofía de ‘disfruta del momento’.

Las calles de la localidad respondían a la escenografía habitual de esta jornada festiva. Muchas gafas de sol, muchos cubatas en vaso de plástico, muchas esteladas (las banderas independentistas de Cataluña) y muchas camisetas blancas y pañuelos rojos al cuello, como si de un San Fermín mallorquín se tratase.

Como decía algún felanitxer que ha vivido la fiesta desde sus inicios, cuando un grupo de amigos decidió darle un aire diferente a principios de los ochenta a una celebración con marcado carácter litúrgico y taurino, se trataba de vivir un día de fiesta, haciendo lo que cada uno quería. Sin más aditivos, sin más contexto. Y esa filosofía, o no filosofía, ha continuado hasta el día de hoy.

Como no podía ser de otra manera, la supuesta resurrección de sa Quica se erigía en el símbolo de esta celebración de desfase, que recorría las calles de Felanitx. Una muchedumbre de cuerpos saltaban, se revolvían y se agitaba a su paso, mientras sonaban temas como el Thunder (que significa trueno, en castellano), del grupo Imagine Dragons.

Un tema con el que quizá algunos quisieron ahuyentar el temor existente a que la tormenta devastadora del pasado domingo tuviese alguna consecuencia en los festejos de este lunes. De hecho, no tuvo consecuencias para la fiesta diurna, pero sí para la verbena de la tarde-noche, ya que el aforo de la verbena de Sant Agustí se tuvo que reducir en un millar de personas por los desperfectos causados por el fuerte viento y la lluvia en el escenario principal situado en el Parc Municipal de sa Torre.

Otro de los rituales ineludibles de la jornada es el paso bajo palio de los protagonistas de la fiesta, un signo litúrgico de homenaje y pleitesía en el ámbito eclesiástico – aprovechado en su momento por el dictador Francisco Franco para revestirse de autoridad – que la peña de El Cosso transforma en uno de los actos más desenfrenados del día.

Bajo palio, pasaron los gegants, los capgrossos y alguna que otra autoridad municipal (ninguna de primer nivel de los gobernantes conservadores del Govern y del Consell), entre una muchedumbre que brincaba, chocaba y les lanzaba cubatas.

Pregón en s'Arraval

Mientras, en la plaza de s’Arraval se leyó el pregón alternativo, del que se encargó la actriz y profesora de música Marta Obrador, quien fue presentada por un ceremonioso obispo de pega, encarnado por Albert Iglesias. Tuvo un tono reivindicativo acerca de la igualdad, la necesidad de impulsar políticas culturales y la lucha contra el calentamiento global. A su lado, dos retratos de dos felanitxers ilustres: la futbolista de la selección española ganadora del Mundial Mariona Caldentey y Guillem Timoner, recientemente fallecido. «Visca Santa Margalida, Visca Felanitx y Visca la mare que em va parir», proclamó entre una muchedumbre rugiente.

La jornada tuvo su dualidad, porque, al lado del cóctel festivo que ofrece El Cosso, también hubo una parte solemne, con la celebración de una eucaristía, donde cantó la Coral de Felanitx y participaron los Cavallets.

Al finalizar el oficio religioso, se celebró el tradicional Ball dels Cavallets y de los gegants felanitxers. A continuación hubo un cercavila conjunto con dimonis y caparrots. Por la tarde-noche, se celebró la verbena de Sant Agustí en el Parc Municipal de sa Torre, con un aforo reducido.