El esplendor alfarero de Inca

Las obras de mejora urbana que se ejecutan en el barrio de Sant Francesc de Inca han sacado a la luz miles de fragmentos de cerámica que pertenecen a diferentes etapas históricas: desde la época musulmana hasta el siglo XVII, aproximadamente. Son elementos históricos que confirman el esplendoroso pasado alfarero de la ciudad, que contó con un gremio propio que abastecía de cerámica a buena parte de la isla.

La cantidad de piezas que siguen saliendo a la luz durante las obras municipales es de tal magnitud que el Ayuntamiento ha hecho un llamamiento para reclutar voluntarios que colaboren en las tareas de limpieza y clasificación de los materiales, una iniciativa que ha tenido una buena acogida entre los ciudadanos, que así conocen cómo se gestionan los restos arqueológicos.

Los materiales han sido extraídos del interior de una decena de pozos enterrados en el suelo, con forma de pera y unos tres metros de profundidad, de los que se desconocía la existencia a pesar de que están alineados y separados a unos tres metros y medio de distancia unos de otros. En otros hoyos menos profundos y más irregulares es donde han aparecido las piezas de origen islámico. 

La arqueóloga Magdalena Sastre explica que la hipótesis más probable es que se trate de un ‘femer’ para depositar piezas descartadas. «Lo interesante es que podemos ver todo el proceso de producción de la vajilla, han aparecido piezas sin decorar y otras ya terminadas», explica. Todavía es un misterio la utilidad que tenían los pozos antes de cumplir su última función, aunque es probable que se usaran para almacenar el grano, apunta la técnica.

Todas las piezas que han aflorado en el centro de Inca serán enviadas al Museu de Mallorca, que podría exponer algunos de los fragmentos mejor conservados. El resto permanecerá en almacenes para posteriores estudios.

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