Llucmajor

Llucmajor homenajea al obispo Antoni Vadell con una calle en el centro del pueblo

Antes de fallecer, Antoni Vadell expresó su deseo de recibir sepultura en Llucmajor, para poder descansar cerca de sus vecinos, amigos y familiares

Llucmajor dedica una calle a Antoni Vadell

Llucmajor dedica una calle a Antoni Vadell

En la jornada de este viernes, se ha celebrado el acto de homenaje al Obispo Antoni Vadell, vecino de Llucmajor, y Obispo Auxiliar de Barcelona, cargo que ocupó desde el año 2017. Este acto ha consistido en darle su nombre a la hasta ahora llamada Calle de la Parroquia, en el centro del pueblo, junto a la Iglesia de Llucmajor.

Al acto han asistido los Obispos de Barcelona y Mallorca, además de miembros de la Corporación del Ajuntament de Llucmajor y familiares de Antoni Vadell.

El cambio de nombre de la nueva calle se aprobó en el pleno dde Llucmajor el pasado 25 de enero por una amplia mayoría, y en el mismo pleno se destacó la figura de Antoni Vadell, persona muy querida en el municipio y muy involucrado con la juventud, cultura y sociedad llucmajorera.

Antoni Vadell que con 49 años era uno de los obispos más jóvenes de Cataluña, ingresó en el Seminario Menor de Mallorca con tan solo 14 años. Tras estudiar filosofía y teología fue ordenado diácono a los 25 años y, un año después, sacerdote.

Antes de fallecer, Antoni Vadell expresó su deseo de recibir sepultura en Llucmajor, para poder descansar cerca de sus vecinos y vecinas, amigos y familiares, y así fue al ser enterrado en la Ermita de Nuestra Señora de Gràcia.

Ermita de Gràcia

Se da la circunstancia que la Ermita de Gràcia ha permanecido cerrada al público después de un episodio de fuertes lluvias en la que se produjo un deslizamiento de tierras que causó daños en el aparcamiento y accesos a la misma. El Ajuntament de Llucmajor licitó hace unas semanas el arreglo de estos desperfectos, lo que hará que, cuando estos se produzcan, se pueda reabrir la Ermita para que el Obispo Antoni Vadell pueda recibir la visita de los vecinos y vecinas del municipio.

En palabras del alcalde de Llucmajor, Éric Jareño, “este acto supone un reconocimiento más que merecido a una persona que se ocupó y preocupó del pueblo, que siempre lo llevó en su corazón, y que hizo mucho bien por los habitantes de Llucmajor". "El Obispo Toni Vadell siempre será recordado, y es un honor para el municipio poder haber rendido este homenaje que hoy hemos celebrado junto a sus familiares y a los representantes del Obispado de Barcelona y Mallorca”, dijo.