Lletra menuda

Una okupación política

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Núñez Feijóo ha dado instrucciones de cargar toda la presión sobre Pedro Sánchez. Manos a la obra, sin desperdicio alguno. Si atendemos a las palabras de Jaume Llompart, el candidato a la alcaldía por el PP, incluso la problemática de la okupación de viviendas en Marratxí deriva directamente de la incompetencia del presidente del Gobierno. Sin duda, también de la de Francina Armengol, pero de eso ya se encargará Marga Prohens.

La irrupción y apropiación de viviendas ajenas tiene mucho que ver con el marco legal que tolera estos comportamientos, pero hacer una okupación política de la cuestión, ahora mismo, en el umbral de las elecciones, tiene mucho de oportunista, simplón y escasamente responsable. Aprovecharse de carencias básicas y perjuicios ajenos concede poco crédito. El problema es viejo y creciente con lo que el PP de Marratxí sería más convincente si hubiera destapado antes su nivel de exigencia mostrando alternativas, no solo claras, sino también factibles.

Marratxí está integrado en el área metropolitana de Palma, se beneficia de las ventajas de una extensión metropolitana y padece sus inconvenientes. La okupación de casas, cuando la dificultad creciente que tiene el acceso a la vivienda en toda la isla va por malos derroteros, es un asunto poliédrico sobre el que no conviene frivolizar. Tampoco es defendible porque lesiona de plano la propiedad privada y estigmatiza a quien no tiene techo.

La atención social que presta el ayuntamiento de Marratxí a una decena de familias okupas no conflictivas es la expresión contradictoria de unas carencias que reclaman soluciones transversales, sin olvidar el cambio de actitud de los bancos.

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