Un número importante de embarcaciones que fondean en la bahía del Port de Sóller pertenecen a empresas que se dedican al sector del chárter náutico. Tanto la forma de fondear como su actividad económica son ilegales, tal y como han denunciado usuarios de las instalaciones náuticas del Port de Sóller.
Hace algunas semanas empresarios turísticos de Sóller ya alzaron la voz para denunciar este mismo hecho y la pasividad de las instituciones encargadas de velar por la legalidad de esta actividad económica que genera un importante movimiento económico en Sóller. Además de constituir una competencia desleal a las empresas que operan desde Sóller bajo el manto de la legalidad, también ponen en peligro la supervivencia de la posidonia oceánica, en tanto que estas embarcaciones, al carecer de punto de amarre, fondean en zonas donde bajo las aguas hay posidonia.
El grupo ecologista GOB alertó de los daños que ha sufrido este año la posidonia del Port de Sóller, severamente deteriorada por la acción de las anclas y los muertos que sirven para amarrar las embarcaciones fondeadas.
En este sentido, las fuentes consultadas, apuntan que tras llevar una exhaustiva investigación la mayoría de las embarcaciones que fondean sobre la posidonia son, en realidad, barcos que se dedican al transporte de turistas por la costa de la Serra de Tramuntana. Se da la circunstancia que la mayoría de estas barcas enarbolan bandera extranjera, lo que supone entrar en conflicto con la legislación vigente del sector del turismo náutico al estar regentadas por empresas también extranjeras y particulares. La normativa que se aplica en les Illes Balears establece que los barcos que se dedican al chárter deben tener un punto de amarre fijo en un muelle, sus empresas titulares han de realizar la correspondiente declaración responsable y disponer, entre otros, de la correspondiente autorización administrativa de Turismo y de Capitanía Marítima. Algunas de estas embarcaciones han sido sancionadas, un hecho que no es obstáculo para que continúen con su actividad que, incluso, puede llegar a ser peligrosa para los bañistas. Al carecer de punto de amarre en la zona portuaria, estas barcas deben realizar lo que en la jerga náutica se denomina «barqueo», que no es otra cosa que recoger a los pasajeros en la costa de la playa.
La actividad chárter ilegal se registra en Sóller en los meses de verano, aprovechando el flujo turístico que demanda este tipo de servicios.
La conselleria de Movilidad lleva a cabo en los meses de verano campañas de control e inspección de los chárteres náuticos y de las embarcaciones de recreo para evitar que se lleven a cabo actividades de alquiler náutico sin cumplir los requisitos legales.
Un puerto de refugio
La bahía de Sóller tiene la consideración de puerto refugio, al ser el único que puede abrigar embarcaciones en casos de temporal. Según denuncian, bajo este pretexto algunas embarcaciones se pasan todo el verano fondeadas sobre la posidonia oceánica, puesto que la normativa de navegación marítima hace prevalecer la seguridad de las embarcaciones y pasajeros por encima de la protección del medio marino. Esto hace que algunas embarcaciones fondeen de «manera impune» sobre la posidonia en épocas en que no hay temporales.
