Se levanta el telón de la pesca de la llampuga. Este 25 de agosto los pescadores han iniciado la temporada y visto el resultado de las capturas que ha dejado la primera jornada todo hace prever que podría ser una buena campaña. Y es que de las 34 embarcaciones profesionales de Mallorca que se dedican a este arte de pesca, ocho pertenecen a la cofradía de pescadores de Cala Rajada, que en el primer día de pesca, prácticamente todas completaron el cupo de captura establecido en ciento cincuenta kilos por embarcación.
Cabe recordar que el año pasado, la temporada se inició con pocas capturas. Así se pescaron al rededor de setenta mil kilos y supuso unos ingresos para el sector de 560.000 euros, llegando a alcanzar precios de récord en las pescaderías de hasta diecinueve euros el kilo. Si bien hace décadas, recuerdan los pescadores gabellins, se tenía que capturar mucha cantidad de este pescado para conseguir unos pocos ingresos, debido al bajo precio que tenía la captura, reconocen que hoy con menos capturas se consiguen más ingresos.
Los motivos de esta tendencia al alza de los precios habría que buscarlos en la reducción de las capturas diarias a ciento cincuenta kilos por embarcación, medida que ellos mismos se autoimpusieron y que hoy ya es una de las normas que impone OPMallorcamar a sus socios.
Por otro lado esta la promoción de esta variedad de pescado. Promoción que los pecadores de Cala Rajada iniciaron con la anual Mostra de la llampuga y que tan buenos resultados se han obtenido, dando a conocer las exquisiteces gastronómicas del pescado, que ha llegado a cocinarse, en la Mostra, en mas de veinte recetas diferentes.
Precisamente fue en este evento del año pasado, cuando las capturas de las barcas de la cofradía de Cala Rajada, no fueron suficientes para abastecer a las necesidades de la Mostra, esto era indicativo que a mediados de octubre las capturas eran muy escasas, aunque a final de temporada, estas si mejoraron y se pudo salvarla. Las previsiones para esta temporada son buenas, aunque nadie quiera echar las campanas al vuelo y prefieren esperar a conocer cómo habrá afectado el calentamiento del agua a la desovación del pez en nuestras aguas. Pero el hecho de que ya en el primer día se puedan ver ejemplares grandes entre los capturados, hace presagiar que la subida de la temperatura del agua no ha afectado con demasía a la desovación. De todas formas, habrá que esperar que finalice la temporada de pesca el próximo 31 de diciembre para valorar cómo ha afectado el calentamiento del agua a la actual temporada de pesca de la llampuga.
Cabe recordar que el uso de los capcers de llampuga es exclusivo de los pescadores profesionales de artes menores y que la normativa prevé sanciones económicas importantes para aquellas embarcaciones profesionales de otras modalidades, o para las embarcaciones recreativas que pesquen a menos de 250 metros de distancia de éstos.
