El fenómeno de las viviendas okupadas en Lloseta tanto en suelo rústico como urbano no difiere en su número de las demás poblaciones de la isla, según afirma a este diario el jefe de la Policía Local, Toni Monroig.

No obstante, se ha emitido un aviso en el que se afirma que se ha tenido conocimiento de que algunos okupas están haciendo recorridos por las calles con el objeto de identificar viviendas vacías y okuparlas posteriormente. La Policía Local avisa a los propietarios de tales viviendas para que las vigilen.

Según fuentes policiales, es posible que, detrás de este fenómeno, debe de haber alguna banda organizada que facilita los datos. Actualmente, sólo hay en Lloseta una vivienda okupada, cuyo caso está en vía judicial. El resto suele desalojarse cuando llega la Policía.

Forma habitual

De momento no ha habido incidencias para que se desokupen. En su mayoría, estas viviendas son de propiedad bancaria. La forma habitual de okupar viviendas pasa por desactivar el candado de la entrada principal, desviar la conducción del agua potable y por último la electricidad.

Según el tipo de okupación, es calificada por la policía de allanamiento de morada u ocupación indebida. También se tiene presente si se trata de una segunda vivienda como podría ser un chalé.