Los trabajadores del Ferrocarril de Sóller celebraron este martes su primera asamblea tras el estallido de la pandemia en una reunión en la que se constató la preocupación de los empleados de la empresa, dos tercios de los cuales están afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Según informan fuentes del comité de empresa, en la reunión los trabajadores expusieron sus preocupaciones además de reivindicar un incremento de las frecuencias de los convoyes y ampliar el número de trabajadores en activo. Según un comunicado del comité "desde nuestro punto de vista está claro que hay falta de recursos y que hay margen y usuarios potenciales que justificarían un aumento de los servicios", algo que choca con la dirección de la empresa que estima que actualmente está transportando menos del 10% de los viajeros de un año normal.

El comité confía retornar "lo más pronto posible a la normalidad manteniendo las condiciones laborales que quedaron interrumpidas por la declaración del estado de alarma y la activación de un ERTE en la compañía".