La urbanización de Can Mas será pronto una realidad. Hace pocos días se iniciaron las obras de la primera fase del nuevo complejo residencial, situado delante de las casas de esta emblemática possessió de Bunyola.

Las excavadoras ya han realizado los primeros trabajos de desbrozo del terreno, han delimitado la parcela y han empezado a derribar algunas antiguas dependencias agrícolas de la finca, situada en una de las salidas del pueblo, en el Camí de Caubet.

La construcción del nuevo complejo constará de 36 viviendas de lujo, con piscina y aparcamientos, cuyos precios oscilan entre los 230.000 hasta los 450.000 euros.

La promoción, apodada ya 'petit Bunyola' por analogía al Petit Deiàanalogía al Petit Deià, provocó una gran polémica en el pueblo cuando las inmobiliarias empezaron a anunciarla este verano. Un grupo de bunyolins constituyó entonces la plataforma Salvem Can Mas para oponerse a su urbanización por su "impacto brutal" y porque temía que los bunyolins quedasen relegados a "ciudadanos de segunda o tercera" categoría. "Nos veremos arrinconados, mientras grandes empresas especulan con el suelo y venden viviendas a precios estratosféricos", afirmaron entonces. El GOB y Terraferida también criticaron la promoción y el modelo de crecimiento urbanístico del pueblo.

Por su parte, el Ayuntamiento señaló que no podía parar la promoción ya que, según las normas subsidiarias de 1978, aún vigentes, tenía "todos los informes preceptivos, urbanísticos y jurídicos""todos los informes preceptivos, urbanísticos y jurídicos", al tiempo que incidía en el hecho que el nuevo PGOU ya había superado los primeros pasos y permitiría "delimitar un modelo de crecimiento para el pueblo".

Una licencia que "genera dudas"

Tras el inicio de las obras, el GOB ha afirmado que había intentando acceder al expediente de licencia que el Ayuntamiento concedió a principios de 2019, pero que "la solicitud hecha el mes de julio no ha tenido respuesta hasta noviembre y, apenas unos días después, las máquinas han comenzado a mover tierras" en la finca. La entidad ecologista ha añadido que la concesión del permiso de construcción "genera dudas porque Bunyola estaba afectada por una suspensión de licencias después de la aprobación inicial de la modificación del Plan General". Por eso, señala que analizarán el expediente "a fin de comprobar si el proyecto se ajusta a la legalidad".

Los ecologistas afirman que promociones como esta demuestran que Mallorca "vuelve a vivir un nuevo boom de la construcción", especialmente en la Serra de Tramuntana, y pone como ejemplos el Petit Deià, un nuevo complejo de lujo en Cala Llamp (Andratx) o el Park Hyatt de Canyamel (Capdepera).

Por su parte, Terraferida ha criticado "la desidia, la cobardía, la mollor y la falta de un proyecto de pueblo coherente con la vocación, usos y recursos del territorio por parte de los últimos equipos de gobierno" y ha alertado "de lo que le viene encima" al pueblo: "Bunyola dispone de 37 hectáreas urbanizables donde se pueden edificar hasta 810 viviendas para cerca de 2.400 personas más. Y todo sin contar el rústico edificable y las alturas que se pueden añadir al suelo ya edificado", ha señalado la entidad ecologista.

Según se anunció en las inmobiliarias, la primera fase del proyecto estará lista en septiembre del año que viene.