La delegada de Gobierno, Rosario Sánchez, se comprometió ayer a implementar medidas para hacer frente al problema de las concentraciones moteras en las carreteras de la Serra de Tramuntana. Entre estas medidas, se contempla la realización de controles de ruidos a las motos para atajar el problema de la contaminación acústica. La delegada del Gobierno asumió este compromiso en el transcurso de una entrevista que mantuvo con representantes de la asociación Tramuntana XXI.

En ella estuvieron presentes su presidente y directora técnica de Tramuntana XXI, Joe Holles y Marta Ferriol respectivamente; Andreu Bujosa, alcalde de Bunyola y presidente de la Mancomunitat de Tramuntana y José Ángel Jiménez, representante de la plataforma Ma-10, integrada por vecinos afectados por las malas prácticas viarias de las concentraciones masivas de motocicletas que, desde hace años, se producen en la carretera que atraviesa la Serra de Tramuntana.

Las entidades compartieron con la delegada de Gobierno las preocupaciones sobre los impactos de este fenómeno en la vida de los residentes y en la experiencia de los visitantes en el paraje natural y paisaje cultural declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de abordar el tema de la peligrosidad en la carretera por el exceso de velocidad y la conducción temeraria, la reunión se centró en poner en evidencia la contaminación acústica generada por estas prácticas. Según una encuesta realizada por la Plataforma Ma-10, un 40% de los vecinos encuestados opinan que los elevados ruidos producidos por las motos cada fin de semana son un problema grave. Esta afectación ya quedó reflejada en el documental 'Circuit Tramuntana', emitido por IB3.