Galilea ha vuelto a ser el punto de partida de una nueva edición de la ´Caminada per la Memòria´. La iniciativa, que tiene como objetivo recuperar los cuerpos de las personas asesinadas por el régimen fascista de Franco, transcurrió con optimismo ante la inminente apertura de la fosa común del cementerio de Calvià vila, prevista para este otoño.

Si las previsiones se cumplen, los familiares habrán tenido que esperar 82 años para que se haga un poco de justicia. No reclaman ninguna compensación económica por el daño sufrido, tan solo piden algo tan básico como poder enterrar a sus seres queridos en una tumba con nombre y apellidos.

Todo indica que así será, ya que el pasado 6 de julio, Calvià acogió una reunión para informar sobre los trabajos de exhumación en dicha fosa y evitar los problemas que surgieron en Porreres, donde se tuvo que suspender la exhumación de las víctimas de la Guerra Civil por el entierro de una vecina del municipio.

En el acto, que contó con la participación de familiares de los desaparecidos y propietarios de tumbas situadas cerca de donde se supone que están los cuerpos, la consellera de Transparència, Fanny Tur, y el director general de Memoria Democrática, Manel Santana, confirmaron que se contará con una partida económica para llevar a cabo esta tarea y que los trabajos empezarán en el mes de octubre.