La polémica boda celebrada el pasado sábado sobre las vulnerables dunas des Trenc no ha motivado la apertura de ningún expediente por parte del ayuntamiento de Campos, dirigido por el PP y +Acció. Sebastià Sureda, concejal de Hacienda, Función Pública y Policía Local, consultado ayer por este diario, informó de que en el momento de la controvertida fiesta en una zona en la que no se permite el paso (cuerdas y carteles así lo impiden y advierten) ningún agente policial estaba allí "y por lo tanto no se ha denunciado, ni tampoco al consistorio han llegado quejas ni denuncia formal".

Por todo ello, el ayuntamiento de Campos no tiene previsto abrir ningún expediente, ni tan siquiera elevar los hechos a Costas, que tiene la competencia del litoral.

"Sabemos lo mismo que sabe todo el mundo a través de las redes sociales, que presuntamente era una boda y que es en es Trenc, pero desconocemos la identidad y procedencia de los que se casaban...", manifestó Sureda. De hecho, el ayuntamiento sólo tiene constancia de que, precisamente el sábado, contrajeron matrimonio civil una pareja en el ayuntamiento. Ofició la unión el exalcalde, líder de +Acció, Guillem Ginard. Fuentes municipales remarcaron que el posterior convite "fue en Manacor y no sobre las dunas des Trenc". En el famoso arenal campaner, la peculiar celebración, con carpa incluida, sorprendió a bañistas al vestir de blanco casi todos los asistentes en pleno terreno protegido. Según testigos, fue cerca del restaurante.

No empadronados, 150 euros

Asimismo, el consistorio señala que controla este tipo de bodas civiles puesto que una ordenanza fija un precio de 150 euros cuando los contrayentes no son de Campos y se casan en la Sala.

En contraste con la reacción municipal, el grupo ecologista GOB prepara una denuncia por lo acontecido en es Trenc, trasladando su crítica al Govern y a Costas. Lamenta sobre todo que este tipo de infracciones se repiten muy a menudo, y el ansiado Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) des Trenc-Salobrar acumula años de retraso, cayendo ya casi en el olvido declaraciones de zonas como parque o paraje natural y, lo que es fundamental, una regulación efectiva del privilegiado paisaje-ecosistema. Hay gente que quiere que se multe a los responsables de la ´invasión dunar´.