Antoni Ferrer Vallespir: «La censura cortó el desnudo de Carroll Baker en Mallorca»

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Quién recuerda hoy ‘Una droga llamada Helen’?»

Jajaja, espero que alguien más se acuerde a raíz de mi libro «(Otra) película rodada en Mallorca». Ni el propio director Umberto Lenzi la recordaba muy bien cuando le entrevisté en 2011.

Carroll Baker fue una rebelde de Hollywood, que acabó en Manacor con ‘Una droga’.

Triunfó en Hollywood con películas como Gigante o La conquista del Oeste. Por motivos sentimentales vino a Europa, y en Mallorca se presentó con aureola de gran estrella. Hoy es una actriz nonagenaria.

Jean Sorel arrasó con ‘No desearás al vecino del quinto’.

Efectivamente, rodó con primeras espadas pero su criterio de selección no era muy exigente. Era un hombre guapo, con buena percha, el galán que se llevaba entonces. El título de Una droga llamada Helen es confuso, porque el adictivo es Mauricio, que engaña a tres mujeres a la vez. Hoy es un actor nonagenario.

¿El estreno en Manacor incluyó los desnudos de Carroll Baker?

Fue un acontecimiento social, pero las escena de desnudo de Carroll Baker fueron cortadas por la censura franquista. En la versión en VHS de 1982 seguían censuradas, y la versión íntegra fue rescatada en la copia buenísima en DVD de 2014. La protagonista aparecía en la cama sin ropa durante treinta segundos, una eternidad en cine.

‘Una droga’ ofrece la oportunidad de pasearse visualmente por el Palau March de Cala Ratjada.

Así es, el propio director me aseguró que habían contado con todo tipo de facilidades por parte de la familia March. En una de las escenas del Palau se ve un Miró. No soy un experto, pero parece auténtico y no de atrezzo. En general, el argumento de la película es atrevido, pero al final del franquismo solo preocupaban los desnudos.

Manacor no es un escenario habitual de películas.

No me consta que Manacor haya salido nunca, media docena de películas tienen escenas en Porto Cristo, desde los planos de El secreto de la Pedriza. La más reciente es La Caja Kovak y, sobre todo, la obra maestra El verdugo.

El rodaje de ‘Una droga llamada Helen’ empezó con mal pie por culpa de este diario.

Sí. El rodaje se inició en 1969 en el Eurotel de Costa de los Pinos, las escenas en la discoteca contaban con la música en directo de Los Diablos. Xim Rada escribió un artículo en Diario de Mallorca donde se metía con todos, con los actores principales y con el director. El equipo se enfadó con la prensa local, y esto dificulta la labor de seguimiento del rodaje, el vaciado de los periódicos.

‘Una droga’ salta de Porto Cristo al Náutico de Palma en un mismo diálogo.

Se trata de un plano/contraplano con Carroll Baker. La conversación transcurre en Porto Cristo y acaba en el Náutico. Allí se ve probablemente la primera imagen en pantalla del Auditórium recién inaugurado. También se recogió por vez primera la Policlínica Miramar.

¿Qué aprendemos de Mallorca en estas películas?

Al buscar localizaciones emblemáticas, el cine nos ofrece una visión de lo que tenemos y no apreciamos. En el caso de Porto Cristo, te das cuenta de lo guapo que es, de lo bien que está.

¿Por qué cerró usted ‘Perlas y Cuevas’?

Tengo 65 años, ya no es edad. Todo tiene un principio y un final, he mamado la revista desde que tenía dos años. Íbamos postergando el cierre año tras año, y a estas alturas ya no queda feo.

¿Es difícil informar de una ciudad desde dentro?

Manacor destaca por su oferta informativa. Una publicación mensual, dos semanales, hasta ocho medios digitales. Hay una gran tradición, pero la crisis del papel ha llevado a una atomización y a nutrirse de comunicados de prensa. Se rasca muy poco, no hay periodismo de calle.

¿Qué le debe Manacor a Rafel Nadal?

Nos ha puesto en el mapa. Es una atracción turística, incluso ahora que se está retirando. Soy vecino de su chalet en Porto Cristo, y presencio un desfile interminable de turistas que quieren saber dónde vive, es un fenómeno mundial.

A veces parece que Manacor está en otra isla.

Somos la capital del Llevant, y vistos desde Palma estamos en la otra punta de la isla. Al palmesano le da pereza ir a Manacor, nosotros cogemos el tren o el coche sin problemas.

Hasta Juan Carlos I casi participa en el rodaje de ‘Una droga llamada Helen’.

El futuro Rey estaba en el Club Náutico de Palma cuando rodaban. Según me contó el director Lenzi, «vuestro príncipe era un señor muy agradable, que saludó a todo el equipo y que estaba muy bien acompañado».

Pertenece usted a la última generación que va al cine.

Veo más de cien películas al año en salas, aparte de los DVD. Soy un buen espectador y coleccionista, pero el cine está tocado de verdad tras la covid.

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