El párroco de Sineu, Josep Cerdà, anunció a los feligreses después del oficio de las fiestas patronales que el Obispado ha tomado la decisión de renunciar momentáneamente a la restauración de la fachada de la iglesia.

En lugar de ello anunció que se repararía el portal mayor para evitar que se pudieran producir desprendimientos y que se retirarían los andamios que se encuentran en estos momentos instalados ante la fachada.

Según las fuentes consultadas, la razón estriba en la exigencia de la comisión de Patrimonio del Consell de Mallorca para que se contraten especialistas externos para efectuar una evaulación de las obras con cargo a la Iglesia. El párroco comentó que la parroquia no puede asumir ese sobrecoste y que por tanto el Obispado había renunciado a las obras hasta que exista disponibilidad económica.

Las paredes del edificio sufren un acusado deterioro a causa de la humedad. La fachada y otras partes del inmueble se construyeron con piedra arenisca que se encuentra, en algunos puntos, realmente muy deteriorada. Josep Cerdà indica que "la humedad que ha ido filtrándose desde el subsuelo de la plaza ha dejado una profunda huella en las piedras de marés. Algunas están verdaderamente muy socavadas. Hace mucho tiempo que la reforma es urgente".

La iglesia parroquial de Santa Maria de Sineu es el monumento más relevante del patrimonio arquitectónico religioso de la villa, es el edificio que por su ubicación destaca por encima de los demás, tanto es así que configura un perfil único del pueblo.