­El camino se ha allanado casi definitivamente para el proyecto de pista forestal y ultraligeros -con una superficie total de casi 22.000 metros cuadrados- en la finca de Son Albertí (Llucmajor). Después de tres años de tramitación en el Consell de Mallorca, la instalación ha obtenido recientemente la declaración de interés general por parte de la comisión insular de Territorio, el paso ineludible para la viabilidad de la infraestructura.

En el expediente se informa de que la pista de vuelo, que contaría con protecciones laterales e iría acompañada de un hangar prefabricado y desmontable de 393 metros cuadrados, se situaría a una decena de kilómetros del núcleo urbano de Llucmajor.

El Ayuntamiento ha dado su visto bueno al proyecto, con el argumento de que es una "ubicación idónea" para "fomentar el deporte aéreo" en la isla y reforzar la "oferta turística complementaria". En el informe municipal, se resalta además que no producirá "ninguna afección ni a la producción ganadera ni a la fauna y flora locales".

En dicho informe, se aporta otro de la dirección general de Aviación Civil, que dejaba constancia de que el emplazamiento elegido era "viable desde el punto de vista de la compatibilidad con el espacio aéreo". Los técnicos de la institución insular no han puesto reparos para la concesión del interés general a la pista de vuelo, aunque han establecido una serie de condiciones que deben cumplirse, entre ellas una que hace referencia a una especie endémica de la zona.

´Testudo hemanni´

Así, el estudio técnico recuerda que la comisión balear de Medio Ambiente ya puso como condición en 2011 que "antes del inicio de las obras, se haga una prospección del terreno para extraer los individuos de tortuga mediterránea (Testudo hemanni) que pueda haber y, de esta manera, evitar que puedan verse afectados por la maquinaria pesada".

Otras prescripciones hacen referencia a la adecuación de la instalación a su entorno medioambiental. De ahí que se establezca como condición que la barrera vegetal que debe rodear al hangar previsto tiene que hacerse "a base de plantas autóctonas de la zona y de la misma rama genética".

El proyecto deberá adjuntar asimismo un análisis de la dirección general de Biodiversidad que determine si los ruidos generados por los aparatos de vuelo pueden afectar a las aves del entorno. Un estudio previo del Servicio de Protección de Especies de la Conselleria ya determinó que no tendría "ninguna incidencia negativa".

En la comisión de Territorio donde se debatió el futuro de este proyecto, la consellera socialista Maria Lluïsa Dubon expresó varias objeciones.

Entre otras cosas, Dubon señaló que por lo que había podido comprobar en imágenes aéreas obtenidas de internet la parcela rústica donde se proyecta la pista de ultraligeros ya ha sido objeto de una "transformación" a pesar de que aún no cuenta con la autorización definitiva, por lo que pidió que "se estudie y se sancione llegado el caso". Finalmente, la declaración de interés general fue aprobada por la comisión con la única abstención del PSM.