Alquilar o vender las viviendas que hay en ses Casetes de Capellans es ilegal. El uso de las 148 casas que hay en los aproximadamente 70.000 metros cuadrados de la zona costera está regulado por el ayuntamiento de Muro. Es prescisamente la administración municipal quien, a través de una concesión, cede su uso a los vecinos. El requisito para acceder a ellas es residir en Muro y poder acreditar que se lleva viviendo en el municipio al menos 5 años. El principal problema que se da es que actualmente no hay rotación de viviendas, ya que no hay ningún vecino del municipio que quiera dejar de ocupar una de la casetas, lo que provoca que muchos ´murers´ estén descontentos con la gestión que se hace de las mismas. Las personas que disfrutan de las viviendas son los descendientes de los primeros ´murers´ que en 1929 ocuparon la zona.

El alcalde de Muro, Martí Fornés (CDM), asevera que "es muy complicado impedir que los vecinos alquilen las viviendas sino se les encuentra en el acto, ya que muchos pueden decir que son parientes o amigos suyos y que pasan unos días con ellos". Según Fornés "no se puede privar a nadie de su casa, y aunque sabemos que puede dar pie a situaciones injustas no podemos hacer nada".

Para poder disfrutar de la concesión, los vecinos que tienen casetas en la zona deben pagar una cantidad al Ayuntamiento según la superficie que ocupan, cifra que en la mayoría de casos ronda los 300 euros.