­Manacor es desde este pasado lunes el nuevo matadero mallorquín de referencia en substitución de Carn Illa, el centro palmesano creado en 2000 por el Grupo Fontanet y que acuciado por problemas económicos que superaban ya los tres millones de euros, ha tenido que echar el cierre. De esta forma Manacor pasará a sacrificar más del 60% de los animales destinados al consumo alimentario de la isla, por delante de los mataderos de Felanitx (a donde también irá a parar parte del trabajo concentrado hasta ahora en la capital) e Inca, con menos del 5% del trabajo total.

Pese a que el regidor de Agricultura, Antoni Sureda (PP), ha reconocido que "no ha habido mayores problemas durante estos días" pese al incremento, recuerda que el consistorio "está a la espera de que el Govern ayude a financiar el mayor volumen que vamos a tener que asumir, sobre todo por lo que se refiere a los gastos en el transporte y tratamiento de residuos. El espacio de las instalaciones de que disponemos es suficiente, pero no podemos sufragar la matanza de la comarca y de media isla".

160.000 euros anuales

Y es que hay que recordar que el matadero de Manacor sobrevive con una partida municipal de unos 160.000 euros anuales y presta servicio a empresas de nueve municipios básicamente de las comarcas de Llevant y el Pla. En 2011 se encargó de la matanza de 80.ooo cabezas de ganado (algunos años se ha logrado sobrepasar las 100.000), lo que supuso el 40% de los sacrificios de carne de Mallorca.

Inaugurado en 1989 en substitución del anterior Escorxador Municipal, el matadero de Bandrís da trabajo a doce empleados además del gerente, Jaume Rosselló, y una veterinaria. Funciona cada día a pleno rendimiento desde las nueve de la noche hasta las tres y media de la madrugada. Hasta ahora no mataba ni vacas ni ovejas de más de 30 meses, los animales con más riesgos de padecer enfermedades y la principal producción se centraba por orden de importancia en el cerdo, los corderos pascuales, las lechonas y la cabaña vacuna.

"Hemos tenido varias reuniones con la Conselleria, pero debemos concretar todavía los términos. Tienen que ayudarnos en todo lo referente a las revisiones veterinarias y en el tema de residuos. Es de libro que si matamos animales de municipios de toda la isla, las instalaciones sean gestionadas con dinero del Govern. Para el Ayuntamiento en solitario sería inasumible", dice Sureda, quien confía en un buen entente con el Ejecutivo balear. Cabe recordar que la corporación municipal se gasta además de media, unos 20.000 euros anuales en el mantenimiento y mejora de la maquinaria.

Hay que tener en cuenta que Carn Illa, participada también por el Govern, suministraba hasta ahora a Mercapalma para su comercialización directa más de 3,5 millones de kilos de carne procedente de Mallorca, que pese a todo está lejos de superar a la importada desde la Península.