El PP ha sido finalmente la lista más votada en Santa Margalida con 1.283 sufragios, uno más que el pasado domingo, después de que ayer la Junta Electoral de Inca le diera por válida una papeleta que fue declarada nula durante la apertura de sobres porque el votante incluyó junto a la misma un folleto publicitario de dicho partido.

Tras el recuento oficial, el PP ganó al PSOE por sólo 3 votos de diferencia, que se sitúan ahora pues en cuatro tras serle estimada su reclamación. La cifra puede parecer insignificante, pero no lo es al suponer el quinto concejal para el partido ganador, que podrá mantenerse en el gobierno local gracias a un pacto con Can Picafort Unit.

Por otra parte, también ayer la Junta desestimó un recurso del PSOE reclamando la nulidad de tres mesas electorales -dos en Can Picafort y la tercera correspondiente a Son Serra- donde votaron 22 personas mediante una certificación censal. El PSOE sospechó que estos votos eran irregulares tras saber que la Oficina del Censo electoral no había expedido ningún certificado de esta índole para Santa Margalida, por lo que impugnó los resultados de las tres mesas, exigiendo además la repetición de las votaciones en las mismas.

Revisadas ayer dichas certificaciones por la Junta Electoral, ésta comprobó que corresponden a votos por correo, y por lo tanto se ajustarían a la legalidad. Según la Junta, se trata de "un mero error por parte de los miembros de las mesas al cumplimentar las actas", por lo que "no ha lugar a la nulidad de los votos emitidos ni a la convocatoria de nuevas elecciones".

Así las cosas, el candidato del PSOE Miquel Cifre anuncia que no apelarán la resolución y permitirán la constitución del nuevo consistorio antes del 16 de junio. Con todo, Cifre se mantiene en sus denuncias de "manipulación de electores" por parte del PP y de CPU.

Por otro lado, sobre las acusaciones estos días de "los adláteres del PP" local de que los socialistas no saben perder por reclamar ante la Junta Electoral, Cifre recordó ayer que en 1999 los populares impugnaron 30 papeletas que fueron anuladas en el recuento al aparecer cortadas dentro de los sobres, "y no descansaron hasta que en Madrid les dieron la razón".