Las principales calles comerciales del centro de Palma ponen el cartel de ‘completo’

La tasa de locales disponibles se limita a un 2,6% y alcanza el nivel más bajo de los últimos años según la consultora CBRE

Ejes como el Born o Sant Miquel presentan alquileres que alcanzan o incluso superan los 100€ mensuales por metro cuadrado

El Born mantiene los alquileres comerciales más elevados

El Born mantiene los alquileres comerciales más elevados / Manu Mielniezuk

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Algunas de las principales calles comerciales del centro de Palma han puesto el cartel de ‘completo’. La disponibilidad de locales en estos ejes ha caído hasta el 2,6%, la más baja de los últimos años, reflejo del enorme interés que estos espacios despiertan como destino de primeras marcas y para los inversores, según se pone de relieve en el último informe elaborado por la consultora CBRE.

«Palma se mantiene como una de las ciudades más demandadas por los operadores comerciales», se afirma desde esta empresa, que además destaca el peso adquirido por sectores como el calzado y los complementos.

Esta reducción en el número de locales comerciales disponibles es especialmente notable en calles como Sant Miquel, donde no aparecen vacantes, al tiempo que este eje se sitúa entre los que tienen los alquileres más elevados de la ciudad.

Precio de los alquileres

En relación a estos precios, el Passeig des Born mantiene claramente el liderazgo, y se pueden llegar a pagar hasta 170 euros mensuales por metro cuadrado en el caso de las instalaciones de menor tamaño, moviéndose entre los 120 y los 145 euros por metro y mes cuando la superficie del local oscila entre los 100 y los 500 metros cuadrados.

En segundo lugar, y con escasas diferencias, aparecen Sant Miquel y Jaume III, donde por una tienda de 100 metros cuadrados se pueden pagar 10.000 y 9.500 euros mensuales respectivamente.

Sant Miquel es una de las calles que más interés despiertan

Sant Miquel es una de las calles que más interés despiertan / GUILLEM BOSCH

En el caso de los establecimientos de esas dimensiones, la calle Unió muestra alquileres de 75 euros el metro cuadrado, Sant Nicolau alcanza los 70, y la Avenida Alexandre Rosselló llega a los 60 euros.

Estas rentas se están manteniendo estables durante los últimos años, pero hay que tener en cuenta que quedan fuera de la capacidad económica de una gran parte de las empresas locales, lo que explica la elevada presencia de primeras marcas y franquicias en las mismas, según se lamenta desde las asociaciones del sector tradicional.

Cifra de transacciones

Desde CBRE se cifra en 20 el número de transacciones de alquiler en las principales calles comerciales de Palma durante el pasado año, centradas especialmente en Sant Miquel y Jaume III, lo que supera los niveles de 2022 y se acerca a los que se dieron en 2021.

Por lo que respecta a los nuevos ocupantes, se subraya que los accesorios son los que presentan la tasa más elevada, rondando el 40% de las aperturas, seguidos de la moda, con un 25%, y los servicios, con un 20%.

Más demanda que oferta

En cualquier caso, la directora de CBRE en Palma, Tonia Vera, señala que esas cifras de transacciones podrían ser muy superiores si no fuera por la escasez de oferta en el mercado, claramente inferior a la demanda existente para instalarse en las calles de mayor nivel.

En este aspecto, se insiste en el interés que existe por parte de muchas empresas de abrir un establecimiento en los principales ejes del centro ciudad, o por parte de las ya implantadas de encontrar locales más amplios y con fachadas de mayor tamaño.

Ese desequilibrio entre la oferta y la demanda puede derivar en una reaparición de la figura del traspaso en el mercado de los locales comerciales, según se apunta desde la consultora.

El presidente de la asociación de comerciantes de Jaume II, Pedro Mesquida, reconoce que los precios que se pagan por los alquileres de locales explican que durante los meses de menor actividad, como febrero o marzo, sean muchos los negocios del centro de Palma en manos de empresarios locales que se enfrentan a pérdidas, que luego se tienen que compensar con el alza en los ingresos durante la temporada turística.

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