Una empresa desokupa intimida por segunda ocasión y sin éxito a una familia en Son Oliva

El pasado mes de noviembre ya intentaron echar a los okupas del edificio

La empresa asegura que "hace tres meses se vendió un piso que ahora está okupado"

A la izquierda, miembros del Sindicat d'Habitatge frente al inmueble okupado y, a la derecha, los integrantes de la empresa de desokupación.

A la izquierda, miembros del Sindicat d'Habitatge frente al inmueble okupado y, a la derecha, los integrantes de la empresa de desokupación. / J.S.

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Una empresa de desokupación ha regresado al bloque de pisos situado en la calle Joan Burgués Zaforteza, en Son Oliva, para tratar de intimidar y desalojar a una familia que okupó la planta baja del edificio.

Según la empresa, contaban con todos los documentos jurídicos para instalar un control de acceso en el inmueble, pero tras recibir una comunicación de su abogada desde los juzgados, han decidido suspender la acción, asegurando que "se tomarán otras vías" para ejecutar el desalojo.

Para llevar a cabo el control de acceso, es necesario contar con la autorización de todos los propietarios del inmueble, algo con lo que la empresa aseguraba contar. Ante su retirada, miembros del Sindicat d'Habitatge, que han estado presentes durante toda la mañana frente a la puerta del edificio, han puesto en duda el sustento legal que mencionaban los desokupas asegurando que "no contaban con la autorización" y que "sabían que era una práctica ilegal".

La empresa de desokupación ha explicado a este diario que en el edificio, el cual se encuentra en peligro de derrumbe, se han realizado tareas de rehabilitación que, debido a la okupación de varios pisos, no han podido ser terminadas.

Según cuentan, a causa de la inconclusión de las obras, el propietario del bloque ya ha recibido dos multas por parte del ayuntamiento de Palma, hecho que también ha motivado el segundo intento de desalojo.

"Hace tres meses un hombre adquirió la planta baja, ya que en las escrituras de la vivienda no figuraba que estuviese okupada", explica uno de los miembros de la empresa. "Lleva todo este tiempo viviendo en otro piso ya que no puede acceder al que compró", añade.

Finalmente, la familia alojada en la planta baja queda a la espera de conocer las "otras vías" que tomará la empresa junto con sus abogados para ejecutar la desokupación. Mientras, desde el Sindicat d'Habitatge continuarán atentos ante posibles nuevos intentos de desalojo.