Yolanda Rodríguez, presidenta de la nueva asociación de vecinos de Palma: «El barrio del Parc de ses Fonts no soportará 800 viviendas en Son Busquets»

Una nueva asociación de vecinos exige que se atiendan las necesidades de la barriada antes de construir en el antiguo cuartel: «Estamos colapsados»

De pie, José Antonio Ruiz, Elia Espina, Pedro Bonet y Cristina Andreu. Sentados, Maria García, Yolanda Rodríguez y Sebastián Arbós.

De pie, José Antonio Ruiz, Elia Espina, Pedro Bonet y Cristina Andreu. Sentados, Maria García, Yolanda Rodríguez y Sebastián Arbós. / AAVV PARC DE SES FONTS

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

La nueva asociación de vecinos del Parc de ses Fonts y el Conservatorio acaba de nacer con un objetivo muy claro: terminar con el «sinsentido» de las más de 800 viviendas proyectadas en Son Busquets, en un barrio que está «en pleno proceso de degradación» y «no tiene la capacidad de soportar» ese aumento de población.

Así lo explica la presidenta de la asociación recién constituida, Yolanda Rodríguez: «Hace unos seis años que la zona empezó a deteriorarse. No hay reparaciones ni mantenimiento adecuado, el Ayuntamiento de Palma no cumple con sus obligaciones. ¿Cómo piensan construir a diestro y siniestro si ni tan solo se cubren las necesidades del barrio?», lamenta. La iniciativa ha tenido tan buena acogida que ya se han unido cerca de 100 familias y los comercios están haciendo difusión de la asociación, celebra la presidenta.

Una de las principales preocupaciones de los vecinos es que las infraestructuras del barrio «colapsen», empezando por el centro de salud de Camp Redó, cuyo edificio está «en mal estado» y habitualmente «saturado», asegura la presidenta de la asociación. Las principales vías de entrada y salida al barrio, la carretera de Valldemossa y la de Sóller, también se colapsan en las horas puntas: «Si construyen demasiada vivienda, las carreteras acabarán totalmente congestionadas y no se podrá circular». También exigen una mejor conectividad y más frecuencias de autobús.

Otro problema del barrio son las aceras: «Son trampas mortales. Tienes que caminar mirando al suelo, porque gran parte de las baldosas están levantadas o rotas y no se reparan», explica Rodríguez, que añade que varios vecinos ya han sufrido caídas por el mal estado del asfalto. «Tampoco tenemos equipamientos deportivos y no hay ningún centro de personas mayores ni escoletes públicas», comenta.

Para colmo, los vecinos aseguran que la limpieza se ha ido dejando en el barrio hasta el punto de aparecer ratas y suciedad por todo: «Lo primero es reforzar el servicio de Emaya en la zona, y también hacen falta más contenedores», reivindica la dirigente. Otro de los puntos que exigen al Ayuntamiento de Palma es rehabilitar las dos fuentes principales, una dentro del Parc de ses Fonts y otra en el parque que hay junto al conservatorio: «Después de tantos años sin funcionar, incluso se ha deteriorado el pavimento de la estructura y también hay que renovarlo», añade Rodríguez.

Son solo algunas de las reivindicaciones que los responsables de la asociación presentaron al alcalde de Palma, Jaime Martínez, y al concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, en una reunión a mediados de agosto: «Le explicamos que no tiene sentido pensar que la solución a la emergencia habitacional de la ciudad está en un barrio tan decadente y con tantas necesidades», señala Rodríguez. «No tenemos ningún problema con que sea vivienda protegida, solo pedimos que se estudie cuántas viviendas puede soportar el barrio», insiste.

También han solicitado una reunión con la delegada del Gobierno, Aina Calvo, para pedirle que ponga remedio al «inexistente mantenimiento» de Son Busquets: «Ya no limpian ni desbrozan. Las hierbas están tan altas que casi tapan las naves y hay riesgo de incendio», comenta la presidenta. «Queremos pedir que no abandonen el antiguo cuartel, ahora ya ni siquiera hay seguridad y tememos que pueda llenarse de okupas», añade. La presidenta, arropada por el apoyo de un centenar de vecinos, concluye con un mensaje muy claro: «Hay que ponerle freno a esta decadencia antes de que se convierta en un mal barrio».

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