Piden el derribo urgente de las casas de Aragó para evitar más okupaciones y ampliar la calle

Los vecinos trasladan al nuevo Ayuntamiento la necesidad de demoler las viviendas expropiadas en 2018 y que sufren una rápida degradación u Queda pendiente adjudicar la empresa que ejecutará los trabajos para resolver un problema histórico de la ciudad

Las viviendas objeto de expropiación están tapiadas para evitar nuevas okupaciones.

Las viviendas objeto de expropiación están tapiadas para evitar nuevas okupaciones. / Guillem Bosch

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Los vecinos de Son Fuster Nou y Ses Palmeres reclaman al ayuntamiento de Palma el derribo urgente de las casas expropiadas de la calle Aragó situadas entre el Camí de Can Foradí y la calle Can Roses para evitar nuevas okupaciones y ampliar la calle. Se trata de un problema cronificado en Palma desde hace casi dos décadas y los residentes esperan que el nuevo Ayuntamiento le dé una resolución definitiva.

Representantes de las asociaciones de vecinos de Son Fuster Nou, Ses Palmeres y del Col·lectiu Embat se reunieron el pasado julio con la regidora de Infraestructuras, Belén Soto, para trasladarle la necesidad de demoler los inmuebles. Días después se citaron con el coordinador de distrito de Llevant, José Luis Haro, para plantearle una reivindicación histórica.

Situación bloqueada

La situación de estas viviendas está prácticamente bloqueada desde que a finales de 2018 el Ayuntamiento anunció el proceso de expropiación de las viviendas ubicadas entre los números 255 y 257 de Aragó, las últimas que quedaban de titularidad privada, por un importe de 680.000 euros. Una actuación necesaria para ampliar este tramo de vía que ahora forma un cuello de botella y dificulta la circulación de vehículos y el paso de peatones, y que estaba prevista en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1998. Actualmente el ancho de la calle es de 16 metros y con el derribo pasaría a alcanzar los 30.

Sin embargo, poco después de ser expropiados, los inmuebles, ya de propiedad municipal, fueron objeto de okupación. Desde entonces los vecinos alertaron al Ayuntamiento mediante varios escritos de la urgencia de «desokupar» las viviendas, al tiempo que advertían de la rápida degradación que estaban sufriendo y de los problemas de seguridad y salubridad.

En junio de 2021 el Consell Territorial del Distrito Municipal de Llevant aprobó «la demolición de las casas, la efectiva ocupación de los terrenos expropiados por el Ayuntamiento y la adjudicación, durante el presente mandato, del proyecto de ampliación de la calle Aragó». Sin embargo, la legislatura concluyó sin que se llevara a cabo.

A finales del pasado mandato se llegó a iniciar el proceso de contratación de la empresa que llevará a cabo la demolición, pero queda el trámite de la adjudicación.

Los vecinos señalan que a día de hoy las viviendas, cuyas puertas y ventanas están tapiadas, están libres de okupas. Pero temen que si pasa más tiempo sin demolerse vuelvan a okuparse y a alargar un proceso que lleva años pendiente de resolución.

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