El polémico chiringuito de la playa de El Peñón lleva dos meses cerrado

La instalación ocupa la arena desde mediados de junio y todavía no ha iniciado su actividad

En el punto de mira de los vecinos, esta vez contaba con la autorización de la Demarcación de Costas

El chiringuito instalado a mediados de junio no ha llegado a abrir.

El chiringuito instalado a mediados de junio no ha llegado a abrir. / Guillem Bosch

El chiringuito de la playa de Torre den Pau, conocida popularmente como la playa de El Peñón, lleva dos meses cerrado después de su instalación a mediados del pasado mes de junio. La estructura, que este verano contaba con la autorización pertinente, ha sido siempre diana de las críticas de los vecinos del Coll d’en Rabassa.

La concesionaria instaló el pasado 13 de junio dos módulos prefabricados en una esquina de esta playa situada entre Ciutat Jardí y Cala Gamba. En esta ocasión lo hizo contando con el visto bueno de la Demarcación de Costas para desarrollar su actividad después de que en el pasado no contara con los permisos necesarios.

Sin embargo, el chiringuito no ha llegado a iniciar su actividad y no parece que vaya a hacerlo cuando la temporada alta encara su recta final. Pese a contar con el visto bueno de la Demarcación de Costas, organismo que depende del Gobierno español y que tiene las competencias sobre estas estructuras en el litoral de las islas, se desconoce por qué la concesionaria continúa sin operar.

Por su parte el Ayuntamiento de Palma y la recién creada conselleria del Mar y Ciclo del Agua del Govern no se han pronunciado al respecto.

Extraño en una playa familiar

La asociación de vecinos del Coll d’en Rabassa se apresuró a denunciar la colocación de la estructura en una playa de pequeñas dimensiones y de tradición familiar. Los residentes siempre han puesto bajo sospecha una instalación que, en su opinión, es sinónimo de masificación y ruidos en un espacio al que acuden en busca de tranquilidad.

Hay que recordar que en 2018 la Policía Local llegó a cerrarlo al detectarse deficiencias y tras las reiteradas denuncias de los vecinos de este barrio. Aseguraban que el local había abierto sin licencia de actividad e incumpliendo la Ley de Costas, ya que la caseta, tumbonas y sombrillas ocupaban más espacio del permitido.