El inmueble racionalista de Palma acogió durante casi 50 años el mítico café Niágara

Edificio racionalista que está en venta por 5,5 millones de euros.

Edificio racionalista que está en venta por 5,5 millones de euros. / B. Ramon

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El bajo del edificio singular que se levanta entre el Paseo Mallorca y la calle Rubén Darío acogió durante casi cincuenta años el mítico café Niágara. Los hermanos Enriqueta e Isaías Antonio Mozo Saíto bajaron la barrera en 2004 por jubilación, pero el local forma parte de la memoria colectiva de la ciudad. 

El Niágara estuvo muy ligado a la historia de este periódico, ya que fue muy frecuentado por sus periodistas cuando la redacción estaba en la calle Conflent. «Muchos redactores entraban y salían del bar. Se sentaban de manera ruidosa, discutían y conspiraban», recordaban los hermanos en 2004, pocos días antes de echar el cierre. 

Los hermanos Enriqueta e Isaías Antonio Mozo Saíto bajaron la barrera en 2004 por jubilación

Los hermanos Enriqueta e Isaías Antonio Mozo Saíto bajaron la barrera en 2004 por jubilación / M. MASSUTI

El bar fue famoso por sus tertulias y también por sus bocadillos. Especialmente el Ejecutivo (tortilla francesa con beicon), el Orgullo menorquín, con queso de Maó, y el Volátil, de fiambre de gallina casera, entre otros muchos ágapes que se podían degustar. 

Fue un café familiar que basó su éxito en la sencillez y en crear una atmósfera agradable para periodistas, médicos, abogados, los universitarios del cercano edificio de sa Riera o cualquiera que pasara por allí.

No queda casi nada de la ciudad que lo inauguró en 1955, y va quedando cada vez menos de la que lo cerró en 2004. 

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