A la venta un edificio racionalista de Palma protegido por 5,5 millones de euros en el Paseo Mallorca

Una agencia comercializa un inmueble singular del centro de Palma de 1945 con «un alto poder de inversión a medio plazo» y «libre de inquilinos»

ARCA advierte del riesgo de que «se desvirtúe» al tener permitido crecer en tres alturas

Inmueble de estilo racionalista en la esquina de Rubén Darío con el Paseo Mallorca diseñado por Francisco Casas.

Inmueble de estilo racionalista en la esquina de Rubén Darío con el Paseo Mallorca diseñado por Francisco Casas. / B. Ramon

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

«Activo excepcional y único por ofrecer la oportunidad de comprar un edificio entero en esta ubicación. Alto potencial de inversión a medio plazo», propone IB Invest, la agencia que comercializa la venta de este inmueble emblemático y protegido del Paseo Mallorca. Está «libre de inquilinos» y se vende por 5,5 millones de euros. 

El edificio, de estilo racionalista, fue construido por el arquitecto mallorquín Francisco Casas en 1945 en un chaflán entre el Paseo Mallorca y la calle Rubén Darío. En el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma está catalogado con una protección ambiental que obligará a su futuro propietario a preservar la fachada y los elementos arquitectónicos externos que lo caracterizan. Sin embargo, ARCA advierte del peligro de que el inmueble «se desvirtúe».

«Es una protección baja que le permite más edificabilidad. En la parte que da a Rubén Darío no puede crecer de las cinco alturas que tiene, pero en el Paseo Mallorca permite un remonte para llegar a ocho. Es una incongruencia y difícilmente logrará preservar la estética racionalista que ha tenido hasta ahora», explica Josep Massot, de ARCA. 

«Vistas panorámicas»

«Si le metes ocho alturas va a ser complicado no desvirtuar el edificio concebido en su día con forma de puente de barco. No se entiende que el Plan General permita remontes en esta tipología de edificios», lamenta Massot. 

De hecho, uno de los atractivos que destaca la agencia que comercializa el edificio, aparte de su ubicación en una de las zonas más cotizadas de Palma, es la opción de crecer en altura. «Se puede estudiar ampliación de superficie construida existente según planeamiento urbanístico vigente, pudiendo ofrecer unas vistas panorámicas a toda la ciudad y hacia la bahía desde las plantas superiores», sugiere IB Invest, que cifra en cuatro el número de alturas que se podrían añadir al edificio. 

Por contra, la ficha del edificio recogida en el Plan General especifica que este inmueble racionalista únicamente puede contar con un máximo de ocho alturas. 

Àngels Fermoselle, también de ARCA, considera que resulta «incomprensible» que se permita un remonte en este inmueble. «Es un fallo más de un catálogo que no protege de manera eficaz estos edificios singulares», lamenta. 

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