Memoria de sa Indioteria

Una exposición fotográfica recorre la vida cotidiana y la transformación urbanística del barrio

Memoria de sa Indioteria

Memoria de sa Indioteria / j.bauzà. palma

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La transformación urbanística de sa Indioteria y la vida cotidiana de sus habitantes se exhibe estos días en la biblioteca pública del barrio a través de una exposición fotográfica. Las imágenes, aportaciones de Toni Ginard y Andreu Cloquell, de sa Midoneria, son recuerdos de una época lejana que ayuda a entender el antes y el después de «un barrio con un tejido asociativo muy importante», explica Pere García, historiador, bibliotecario e impulsor de esta exposición.

Memoria de sa Indioteria

Memoria de sa Indioteria / j.bauzà. palma

La muestra, titulada Records de sa Indioteria, puede visitarse hasta el próximo 3 de julio y propone un recorrido por la historia del barrio desde el siglo XIX, cuando casi toda la superficie estaba ocupada por campos de cultivo y algunas possessions, hasta los años 70, cuando se levantaron los pisos sociales que atrajeron a miles de nuevos habitantes y que hoy siguen identificando a esta parte de la ciudad.

«Desde que la inauguramos ha atraído a muchos vecinos. Se buscan entre las fotos, a ellos o a sus familiares, y en algunos casos se reconocen. Varios de ellos han prometido que traerán fotos que guardan en casa para futuras exposiciones», celebra García.

La imagen más antigua es de los obreros que participaron en la construcción de la iglesia del barrio durante la segunda mitad del siglo XIX; de cuando el nombre de sa Indioteria ya era oficial, probablemente originario de una possessió en la que se criaban pavos (indiots, en catalán).

Hay imágenes costumbristas que refieren el día a día de los vecinos, fiestas religiosas y acontecimientos deportivos. Y otras que muestran la transformación urbanística del barrio a partir de los años 70 con la construcción de las ‘viviendas blancas’ por las autoridades franquistas. Hoy siguen distinguiendo al barrio y en ellas «siguen viviendo muchos de los vecinos que llegaron aquellos años».

Otro punto de inflexión llegó unos años antes con la construcción del vecino polígono de La Victoria, que los vecinos siempre llamaron Son Castelló.

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