Miércoles Santo en Palma: El barrio de Sant Pere enmudece con la procesión de la Santa Creu

Cerca de medio millar de cofrades y 28 hermandades protagonizaron el Miércoles Santo

Redacción

Ni una palabra. Ni una sola agrupación musical. Solo el sonido de los pasos de los cofrades y las cadenas de los penitentes arrastrándose por el suelo. Es difícil decidir si una procesión es más solemne con el retumbar de los tambores o sumida en el absoluto silencio, pero desde luego el barrio de Sant Pere enmudecido ofreció escenas sobrecogedoras este Miércoles Santo.

Como esta Semana Santa va de recuperar tradiciones, la procesión de Santa Creu rescató la costumbre de hacer un desfile silencioso, por lo que los instrumentos no tuvieron cabida. Tan solo un pequeño tambor marcó el ritmo de los pasos de la cofradía titular de la procesión, la de Santa Creu.

Más de medio millar de cofrades y 28 hermandades desfilaron por el centro de Ciutat en una procesión que salió a las 20:30 horas de la iglesia de Santa Creu a buen ritmo, pero que se fue ralentizando a medida que avanzaba. Bien se pudo comprobar en los rostros cansados de los jóvenes monaguillos, que pese al agotamiento no cesaron de retirar la cera de los cirios que iluminaban la calle de la mano de los nazarenos.

El único paso que salió a procesionar fue el Santo Cristo de Santa Creu, que salió el último y pasó por la Porta de Santa Catalina, Can Granada y la Llotja antes de llegar casi a medianoche a su parroquia, el principio y final del itinerario.

Completó el Miércoles Santo la procesión del Camí de Getsemaní, que salió de la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad a las 21:00 horas y desfiló por un recorrido casi lineal por el barrio de Pere Garau y Son Canals. Pasó por Reis Catòlics y Miquel Dolç. Aunque el itinerario fue más breve, llegó también a medianoche al final de la ruta, la iglesia del Sagrat Cor.

Así la Semana Santa llega a su punto álgido, el Jueves Santo, para celebrar la procesión más importante y concurrida de Ciutat, la del Crist de la Sang.