Davallament del Crist de la Sang en Palma: "He venido para rezar por mi marido fallecido"

Por fin ha habido besos, y estos no eran a distancia. Cientos de fieles se han congregado esta mañana en la iglesia de la Sang en una de las tradiciones más sentidas de la Semana Santa de Palma, el 'Davallament', que este año se ha llevado a cabo por primera vez después de la pandemia sin restricciones.

Como era habitual antes de la covid, los asistentes han podido acercarse al Crist de la Sang para tocarle y besarle, una costumbre que quedó restringida durante los años de la crisis sanitaria. Muchos fieles han aprovechado para pedir a la venerada imagen salud y fortuna para sus familiares, mientras que otros le han brindado oraciones de agradecimiento.

"Mi marido tenía muchísima devoción por el Crist de la Sang", explica Milagros García-Manso mientras observa con admiración la talla de madera: "Falleció hace tiempo. Vengo en su recuerdo, para pedir por él y por mi familia, porque soy muy creyente", añade la mujer de 80 años.

El Davallament del Crist de la Sang en imágenes

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El prior de La Sang, Lluc Riera, ha dado paso a la misa que ha oficiado a las 10 de la mañana el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull. Más tarde, el párroco de las parroquias de Santanyí, Tomeu Villalonga, ha predicado la plegaria, en la que ha pedido a Cristo que todos los fieles vivan unos días intensos esta Semana Santa y que puedan resucitar con él el próximo domingo.

Sobre las once de la mañana, cinco de los doce sobreposats de La Sang han cargado por fin con la imagen, que ya estaba fuera de su capilla, y han procesionado por la nave principal, un momento que centenares de asistentes han inmortalizado con sus teléfonos.

Además, este año el Crist ha recuperado su recorrido habitual, por lo que ha paseado también por el patio de los naranjos, donde le esperaban centenares de personas, muchas de ellas en sillas de ruedas procedentes de una residencia de ancianos. Como dicta la tradición, la imagen sale al exterior de la iglesia con el fin de acercarse a los enfermos del Hospital General para velar por ellos y protegerlos del dolor.

Aunque es frecuente escuchar gritos de júbilo y admiración durante la pequeña procesión, esta mañana los asistentes estaban concentrados y muy pendientes de la talla. Tan solo se ha escapado algún que otro clamor: "¡Que viva el Cristo de la Sangre!", que los asistentes han seguido con aplausos y ovaciones.

Después del breve recorrido, los cinco sobreposats y prohoms han depositado al Cristo ante el altar. El obispo ha venerado la imagen esparciendo incienso, y a continuación, junto al prior, ambos han besado sus pies.

A partir de ese momento, los fieles han empezado a acercarse al Jesús yacente sobre la cruz para besarle y mostrar su devoción. Algunos incluso se han arrodillado frente a él para orar. En pocos minutos, la cola para acercarse ha llegado hasta el exterior de la iglesia.

Y es que la imagen del Crist de la Sang, junto a la Virgen de Lluc, es una de las dos grandes devociones cristianas de Mallorca. Para Juan Monserrat, uno de los sobreposats que cargó a pulso la talla de cerca de 80 kilos, llevar al Crist es «una experiencia sobrenatural». Después de 15 años, esta ha sido su última Semana Santa en la prohomonia de La Sang antes de jubilarse, aunque llevará en el recuerdo el «honor incomparable» de haber portado a hombros al Crist el resto de su vida.

La talla saldrá mañana, en la procesión del Jueves Santo. Se trata de una reproducción renacentista del siglo XVII, mientras que la imagen original es una construcción gótica del siglo XV y descansa en la sacristía de la iglesia.

El Crist quedará expuesto este miércoles de forma ininterrumpida hasta las 20:00 horas. Mañana, Jueves Santo, las puertas de La Sang abrirán a las 8:00 horas para poder ver la talla hasta las 17:00 horas. Después, se llevará a cabo la celebración de la Cena del Señor y el Crist presidirá la procesión más importante de la Semana Santa de Palma, a partir de las 19:00 horas. Esa misma noche volverá a descansar en la cruz de La Sang. El Viernes Santo será el último día que se pueda visitar, desde las 8:00 horas hasta las 19:00. Después se celebrará la Cruz del Señor y, posteriormente, el Crist volverá a su camarín.