Alfredo Martín, profesor de la UIB: «Sin sucursales en los barrios, se debilitan las pequeñas empresas y puede caer la renta per cápita de los vecinos»

El premiado profesor ha estudiado nuevos aspectos de la exclusión financiera

El catedrático Alfredo Martín.

El catedrático Alfredo Martín. / UIB/A.COSTA

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

«Cuando en un barrio cierra una oficina bancaria también hay efectos negativos sobre el tejido comercial y empresarial de la zona», sostiene el catedrático del área de Economía Financiera de la UIB, Alfredo Martín. El profesor incluso va más allá después de sus investigaciones. «Puede reducir el nivel de renta per cápita y el número de habitantes del municipio o zona afectada», advierte.

Su estudio Do bank branches matter? Evidence from mandatory branch closings, trabajo conjunto con Anna Toldrà Simats, de la Universidad Carlos III de Madrid, Gabriel Jiménez Zambrano, del Banco de España, José Luis Peydró Alcalde, del Imperial College de Londres y la Universitat Pompeu Fabra, y Sergio Vicente Rodríguez, de la Universidad de Luxemburgo, ha sido premiado con el galardón de investigación FEF Antonio Dionís Soler que otorga anualmente la Fundación de Estudios Financieros.

Exclusión financiera

Martín empezó a estudiar el cierre de oficinas bancarias hace diez años y toda la cuestión de la exclusión financiera. Son clausuras que afectan tanto a las personas como a las empresas. A los estudios iniciales pudieron añadirle con el tiempo datos del Banco de España sobre el crédito a nivel individual.

«Una función muy importante de las oficinas es conocer el entorno y a la gente de la zona donde se ubican», subraya el catedrático. «No sólo manejan la información dura de los números, sino que también tienen una relación con el cliente, saben cómo es. Si les cierran la oficina a determinado tipo de clientes, el crédito ya no les fluye igual. Es el caso sobre todo de las pequeñas y medianas empresas, que confían su financiación al sector bancario. Las grandes pueden pedirla a través de los mercados financieros. Entonces nos preguntamos si estaba pasando algo en las empresas pequeñas cuando cerraba su oficina», explica.

Datos sobre crédito

A través de una serie de datos sobre crédito totalmente confidenciales del Banco de España, pudieron concluir que si cierra una sucursal para estos pequeños comerciantes y empresarios no es tan fácil encontrar una financiación alternativa. «Su financiación cae un 20% de media, una caída que reduce la probabilidad de supervivencia y tiene un impacto negativo sobre la inversión y la rentabilidad de estas empresas», subraya. «¿Qué acaba sucediendo? Pues que invierten menos en crecer, baja el número de personas contratadas e incluso puede conducir al cierre. Hemos calculado que si clausuran su sucursal este tipo de empresas bajan un 10% su actividad de media».

En el estudio citado, se establece una comparativa de lo que sucede en un municipio con una oficina bancaria y en otro que se ha quedado sin ninguna. «Al cabo de unos años, donde se ha cerrado la que había, cae la renta per cápita un 7%, sube el desempleo y a la larga puede caer el número de habitantes», expone.

Los cierres de oficinas están afectando sobre todo a barrios y municipios que están más despoblados, envejecidos y donde el nivel de estudios es inferior. «Al final se mantienen las sucursales más rentables».

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