Mayores y niños del barrio de Foners de Palma trabajan y disfrutan juntos: la mezcla perfecta de alegría y cariño

La Taula Social de Foners creada el año pasado propicia el encuentro y las actividades entre entidades del barrio, como los talleres conjuntos que celebran el centro de día Avante y el colegio Alexandre Rosselló

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

En el barrio Foners de Palma las personas mayores y los niños trabajan y disfrutan juntos, mano a mano, gracias a actividades como los talleres de manualidades organizados por el centro de día Avante y el colegio Alexandre Rosselló, iniciativa surgida a raíz de la Comisión Intergeneracional de la Taula Social del barrio creada el año pasado. La combinación de experiencia y juventud, de cariño y alegría, está resultando ser la mezcla perfecta para unos y otros.

Así, de un extremo de la mesa, unas manos con arrugas, venitas marcadas y algo de temblor, sujetan el pincel con fuerza. Al lado otras manos más pequeñas, tersas e impecables, dibujan con seguridad un trazo. Y así, esas manos que nacieron durante la Guerra Civil y la posguerra y esas manos que nacieron sabiendo usar un teléfono inteligente escriben sobre una sudadera: «Ojalá mis abuelos fueran eternos». 

Los mayores y los niños que realizan este taller conjunto en realidad no son parientes, pero durante un ratito unos y otros se hacen de abuelos y nietos postizos. Y todos disfrutan. Los mayores que no tienen nietos pequeños, o no los ven todo lo que les gustaría, no se ven privados del asombro y la vitalidad de los críos. Y los chavales que no tienen abuelos o los tienen lejos disfrutan del cariño especial de las personas mayores y celebran poder acompañarlos y ayudarlos. 

Lo cuentan los participantes del taller de sudaderas que ha celebrado esta semana el centro de día Avante en colaboración con el colegio Alexandre Rosselló de Palma (también conocido como Ses Finestres Verdes). Esta colaboración nace en el marco de la Comisión Intergeneracional de la Taula Social de Foners. Constituida en mayo del año pasado y coordinada por las trabajadoras del centro de Ciutat Antiga, este foro reúne a otras entidades del barrio, como el centro de salud o asociaciones como Aspaym. 

Actividad postpandemia

«Pensamos que era una buena idea porque venimos de dos años de aislamiento por la pandemia, en la que además se vio a los niños como si fueran un peligro, especialmente para los mayores», explica Regina Frau, directora de Avante, centro de día privado que abrió sus puertas en 2018. «Algunos no tienen ningún contacto con niños, cuando eso les alegra, les da ganas de hacer cosas y de vivir», resume. Y como uno de los primeros objetivos del centro es mejorar el «estado de ánimo» de los usuarios («después ya viene el trabajo terapéutico, pero lo primero es que estén animados», señala Frau), pues parecía evidente que favorecer encuentro con niños sería positivo.

Por eso, en el centro han hecho actividades como los talleres de sudaderas (con frases como «Mi abuelo es mi mejor amigo») o de árboles de navidad. Los usuarios de Avante además también ha ido a visitar a los niños al colegio, participando en su fiesta de invierno o en un taller de cocina. 

«¿Pero dónde está ‘mi nieto’?», pregunta Joana Servera, Joaneta, nacida en Montuïri hace más de 90 años. Se refiere a Paco, «mi compañero», el alumno del Alexandre Rosselló con el que trabajó en el anterior taller. «Yo estar sola no sé y siempre me ha gustado tener a niños pequeños cerca, en mi edificio siempre todos los niños me venían corriendo detrás», recuerda esta mujer sonriendo, feliz de volver a estar con chavales, aunque no esté ‘su nieto’. 

Los niños, motivados e implicados

En el colegio la actividad es un éxito total entre los estudiantes. «Todos quieren venir, están muy motivados, algunos se emocionan mucho», cuenta la directora de la escuela, Maria Sancho, «es una experiencia muy enriquecedora para todos».  

Entre los niños, disfrutan especialmente los que no tienen abuelos cerca. Es el caso de Said Callaca, de once años y natural de Perú, donde están sus abuelos, con los que vivía antes de trasladarse a España y con los que habla casi cada día:«Me gusta mucho venir, me hace recordar a mis abuelos y los momentos felices que viví con ellos». 

"Me gusta mucho venir al centro de día, me hace recordar a mis abuelos y los momentos felices que viví con ellos", dice Said Callaca, de 11 años y natural de Perú, donde viven sus abuelos

Carla Valderrama, Angélica Meneses y Juanma Montenegro también aseguran disfrutar con la experiencia. «Nos gusta venir a ayudarlos y a motivarlos», explica Angélica, que tiene a una abuela en Colombia a la que echa «mucho de menos». Este grupito ayudaba esta semana a pintar la sudadera a Marga Picornell, que trabajó toda la vida como maestra, primero en Mater y después en el Santa Mónica, y siempre agradece el contacto con niños: «Se añora, claro que sí, estar con niños te da vida». 

De los 20 usuarios que hay en Avante, 15 son mujeres, algo que Frau achaca a la mayor esperanza de vida femenina y a que ellas por lo general son menos reticentes a pedir ayuda. Entre la cuota masculina de Avante está Toni Capellà, que a sus 89 años tiene clara su filosofía de vida: «El ayer se ha acabado, así que hemos de luchar por el mañana y hacer cosas». Él no para y procura mantenerse ocupado y celebra que en el centro están «siempre entretenidos y acompañados». 

Toni Capellà celebra la visita de los niños: "Te llena el corazón y te conecta con tus recuerdos"

Toni Capellà celebra la visita de los niños: "Te llena el corazón y te conecta con tus recuerdos" / B. RAMON

Y cuando la compañía son niños, mejor que mejor. «Estar con ellos te llena el corazón», sentencia, «y te hace pensar en tu pasado y conectar con tus recuerdos». En su caso, sus memorias de infancia son jugar con charcos, correr por el campo... «Era todo muy sencillo, la juventud de ahora no es la de antes... ¡y estos niños saben más con diez años que nosotros con veinte!», celebra sonriendo hasta con los ojos, probando que el asombro y la curiosidad no es un tema de edad sino de actitud.

Suscríbete para seguir leyendo