El centro público de enseñanza Alexandre Rosselló, en Palma, no quiere olvidar la agresión sufrida el pasado día 21 de octubre por una profesora, que fue golpeada por la madre de un alumno. Los profesores se sienten muy afectados por este episodio violento y han decidido organizar un acto simbólico, que sirva para recuperar la ilusión y la esperanza hacia su trabajo, que hasta la fecha había discurrido sin violencia.
Impulsada por la directora del centro, Maria Sancho, el colegio público organizó esta tarde un encuentro bajo el lema «una ditada per la convivència». El objetivo de esta iniciativa es que la población vuelva a ser consciente de la importancia, y de la necesidad, de que un centro enseñanza vuelva a ser un espacio seguro para toda la comunidad educativa. Un espacio donde se sigue trabajando cada día con respeto, con empatía y con el objetivo de que la convivencia entre profesores, alumnos y familias debe ser pacífica.
Para conseguir este objetivo en uno de los muros del centro se ha colocado un mural, donde se podrán impregnar las huellas dactilares de las manos de las personas que apoyan esta iniciativa para recuperar la convivencia pacífica en el instituto.
Esta tarde, a partir de las cinco, el centro abrió las puertas para llevar a cabo este acto con el que se pretende que no vuelva a producirse jamás una agresión a una profesora. Todas las personas que asistieron a este encuentro, casi todos ellos adultos, pudieron dejar sus huellas en este mural, lo que se convirtió en una muestra de apoyo a esta iniciativa para conseguir la tranquilidad y la buena relación entre profesores y familias. Esta huella, al mismo tiempo, representa también un respaldo al trabajo educativo y social que se desarrolla a diario en los centros educativos.
El CEIP Alexandre Rosselló ha considerado que a esta iniciativa no solo han de participar las familias de los alumnos. También se ha pedido la solidaridad de otros centros o incluso de algunas instituciones, porque se pretende conseguir la máxima solidaridad y expulsar la violencia, tanto dentro, como fuera de los institutos de enseñanza.
La directora explicó que ayer ya se habían recibido muchas muestras de solidaridad. Se recibieron de otros colegios cartulinas con huellas dactilares, tanto de profesores, como de alumnos, que se pegarán en el muro que se ha creado expresamente para que no se olvide, y sobre todo para que no se vuelva a repetir, un episodio tan violento como el que sufrió la profesora. También se elaborará un vídeo sobre el acto.
