Multitudinaria celebración del Año Nuevo en la plaza de Cort de Palma, la fiesta ciudadana de la que el Ayuntamiento se borró

Miles de ciudadanos abarrotan la céntrica plaza y todas las calles aledañas para dar la bienvenida al año 2023 tras dos años de pandemia y con más alegría que nunca - La falta de previsión del consistorio provocó que no hubiera ambientación musical ni espectáculos de luces

El vídeo de las doce campanadas y la multitudinaria celebración del Año Nuevo en la plaza de Cort de Palma

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Miguel Vicens

El Ayuntamiento no quiso organizar una fiesta en la plaza de Cort para que los ciudadanos presenciaran las doce campanadas y pudieran celebrar la llegada del Año Nuevo de la forma más tradicional en Palma. Pero miles de personas sí y decidieron por su cuenta olvidarse de la falta de previsión del consistorio y abarrotar la céntrica plaza palmesana y todas las calles y plazas aledañas para vivir con emoción las campanadas y celebrar con jolgorio la llegada del año 2023.

No cabía un alfiler desde media hora antes de las doce y en la plaza de Santa Eulàlia y las calles de Conqueridor y Colom la parroquia aceleraba el paso para conseguir un buen sitio en la fiesta que Cort no quiso celebrar, a ser posible con vistas al viejo reloj, en Figuera, revisado especialmente para la ocasión por los relojeros Biel y Antoni Julià, para una celebración que volvía a celebrarse, después de dos años, sin pandemia, sin distancia social y con más alegría que nunca.

La Nochevieja llegó a su punto culminante, los presentadores de IB3TVLlum Barrera y David Ordinas, ya estaban preparados en un balcón del hotel Cappuccino para la retransmisión en directo de las campanadas, una cámara grúa del canal autonómico sobrevolaba la plaza haciendo rugir a la parroquia, pertrechada con las imprescindibles doce uvas, el champán o cava y el cotillón.

La calle Colom también se llenó de ciudadanos que no pudieron acceder a Cort

La calle Colom también se llenó de ciudadanos que no pudieron acceder a Cort / Miguel Vicens

A la primera campanada, que sonó en toda la plaza , un suspiro de emoción. Y con la última, el estallido coral de júbilo, los abrazos, los brindis, las serpentinas al aire y los primeros petardos y fuegos artificiales espontáneos: la celebración de fin de año de la que Cort se quiso borrar, pero no los ciudadanos.

La plaza de Cort abarrotada tras las doce campanadas

La plaza de Cort abarrotada tras las doce campanadas / Miguel Vicens

No hubo animación musical y el Ayuntamiento de Palma lo justificó argumentando que, cuando se aprobaron los presupuestos del presente año, con la distribución de las correspondientes partidas, no se tenía claro qué tipo de concentraciones de personas estarían autorizadas. También apagó las luces ornamentales de Navidad minutos después de las doce, pero ni eso interrumpió la fiesta.