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Bares y restaurantes de Palma apuran hasta el último día para quitar terrazas de los aparcamientos

Algunos locales prefirieron comenzar a desmontar tarimas este jueves por la mañana - Otros siguieron a pleno rendimiento hasta la hora del cierre - Emaya lanzó una campaña para recordar que el material de construcción no puede dejarse en la calle

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Operarios desmontan la terraza de un bar en Santa Catalina. B. Ramon

Las terrazas en plazas de aparcamiento ya no están permitidas en Palma. Este jueves fue su último día y hoy el espacio que han ocupado cerca de un millar de establecimientos debe estar libre para que se pueda estacionar en él. Muchos bares y restaurantes apuraron hasta la hora de cerrar con sus mesas y sillas en la calle, pero otros prefirieron desmontar las tarimas con tiempo para evitar ser multados.

Luca Ferrari y sus compañeros del restaurante y bar de copas Fred, en la calle Sant Magí, desatornillaban las lamas de madera del suelo de su terraza, a media mañana. «Como trabajamos por la tarde, así lo dejamos listo. Mejor hacerlo ahora», explicaba el joven. A partir de hoy podrán saber cómo les afectará no disponer de esas mesas: «Es nuestro primer año, tenemos que ver cómo va, pero hasta ahora ha sido una ayuda muy grande durante todo el verano»

Al lado, otro restaurante hacía lo mismo. «Da la sensación que ya se ha acabado la covid, ahora no les importa que la gente esté dentro, en vez de dejar la terraza hasta que se acabe la pandemia», se quejaba el dueño del local, quien prefirió no dar su nombre. En cuanto a los conflictos con vecinos, consideró que «el problema no son los dueños de los locales, el problema es la gente que se queda en la calle después de las doce de la noche. Y no hay policías por aquí para que arreglen esto de alguna forma»

En la calle Pursiana, Stefano Govoni, al frente de Casa Rosita, no ocultó su indignación por quedarse sin espacio para terraza. «¿Qué dan más dinero, los coches o los restaurantes?», planteaba este hombre, quien aseguró que a las 23 horas recogería mesas y sillas, aunque no estuviera de acuerdo con la medida. A este restaurador le gustaría que el Ayuntamiento, pagando una tasa, permitiese mantener las mesas en los aparcamientos «desde abril a septiembre», y así lo planteó ante Cort, sin éxito, según dijo ayer. «Hay que hacer las cosas con la cabeza, razonando», insistió. «En Mallorca no hay industria, no hay fábricas, hay turismo. ¿Por qué vas contra el turismo?», cuestionó sobre la obligación de retirar estas terrazas.

En la calle Cotoner, Claudia Augel se resignaba a prescindir de las mesas exteriores. «Es un desastre y esto es solo por tres o cuatro vecinos, porque al resto que vive alrededor les da pena igual», aseguraba. «Es tan bonito, da vida y la gente está contenta de poder estar fuera. Se asustan mucho de volver a estar dentro y creo que esto va a ser una ruina para toda la gastronomía», añadió. Como otros locales, tenía pensado desmontar su tarima por la noche, pero no sabía qué hacer con todo el material. «Hasta el martes no hay recogida de trastos, no lo podemos dejar hasta entonces, y no sabemos nada»

Por este motivo, días atrás, Emaya lanzó en redes sociales una campaña dirigida a los responsables de las terrazas, recordándoles que los restos de tarimas se podrán dejar frente al local el día de recogida de trastos de cada barrio, y que no está permitido abandonar residuos de construcción en la calle. 

El Ayuntamiento advierte de que ya se puede sancionar

Desde el área de Gobierno interior se recordó ayer que hacía meses que el sector sabía que el 30 de septiembre finalizaba el plazo para las terrazas en aparcamientos. Y advirtieron de que no habrá un tiempo de cortesía, hoy se podrá sancionar a quienes no hayan retirado sus terrazas, con multas de 750 a 1.500 euros.

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