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El resultado de las muestras del vertedero de Son Güells determinará la gravedad del delito

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Un clan controlaba el vertedero ilegal junto al Estadi Balear Guillem Bosch

Los resultados de las catas de terreno y de las muestras de agua de pozos cercanos determinarán la gravedad del delito ecológico que investiga la Guardia Civil en el vertedero ilegal de Son Güells, por el que este pasado viernes fueron detenidas hasta seis personas dentro de la ‘Operación Stercus’. (Vea aquí la galería).

Los técnicos del Instituto Geológico y Minero tomaron muestras de pozos de casas de alrededor de Son Fornari, muy cerca del Estadi Balear, para determinar el alcance de la contaminación de las aguas subterráneas y el Servei de Residus i Sols Contaminants tomó muestras del terreno donde desde hace años se acumulaban gran cantidad de escombros y todo tipo de materiales. Ahora, los resultados de los análisis serán decisivos para saber el alcance de la contaminación y del delito.

Según ha podido saber este diario, los responsables de este vertedero ilegal pertenecen a dos familias, una de ellas se encargaba de recoger escombros y la otra tenía un taller ilegal que se dedicaba al desguace de vehículos en esta finca.

Los detenidos tenían una infraestructura organizada, con caminos habilitados dentro de la possessió para facilitar el vertido de los residuos en esta finca.

Impactantes imágenes del vertedero ilegal de Son Güells, junto al Estadi Balear

Impactantes imágenes del vertedero ilegal de Son Güells, junto al Estadi Balear Guardia Civil

La investigación de la Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), comenzó meses atrás, después de que el ayuntamiento de Palma solicitara la colaboración del Seprona para averiguar la identidad de los responsables de este vertedero ilegal. La acumulación de escombros y de otros residuos había originado las quejas y denuncias de vecinos de Son Güells, publicadas por este diario.

La primera fase de investigación consistió en un seguimiento discreto, en el que se comprobó que estas familias se dedicaban a recoger residuos a domicilio, pero que también su servicio a transportistas y que, incluso, tenían colgados por esta zona carteles anunciándose con tarifas de 50 euros.

El pasado viernes por la mañana, agentes de la Guardia Civil, técnicos de la conselleria de Medio Ambiente, del Instituto Geológico y Minero, así como un técnico de Emaya se desplegaron por esta possessió. Los guardias civiles comprobaron la gran cantidad de residuos almacenados, muchos de ellos catalogados como peligrosos, como son los vehículos, neveras y aparatos eléctricos, maderas tratadas y vidrieras.

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