La construcción de nuevos establecimientos turísticos va a continuar restringida en Palma. Cuando del próximo 27 de julio se levante la moratoria aprobada hace un año por parte del equipo de gobierno municipal se mantendrá la prohibición de abrir nuevos hoteles en el centro de la ciudad, excepto aquellos que ocupen edificios protegidos, que no sustituyan a más de tres viviendas, que no tengan más de 20 habitaciones y que sean de cinco estrellas.

Las limitaciones para la concesión de nuevas licencias de establecimiento turístico (un concepto más amplio que, además de hoteles, incluye también las fincas urbanas que se dedican en su totalidad al negocio vacacional), hostales y albergues, afectarán también al Nou LlevantNou Llevant y al resto de la ciudad, excepto a la Platja de Palma, cuyo planeamiento se regula por el Plan de Reforma Integral (PRI), que no depende únicamente del Ayuntamiento de Palma.

En el Nou Llevant, zona en la que desde hace un año también está en vigor la moratoria, solo se autorizarán nuevos establecimientos turísticos en un 10% de la edificabilidad de todo el sector y siempre y cuando se mantenga la posibilidad de construir las 2.285 viviendas previstas en la zona por el planeamiento actual.

El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, José Hila, manifestó que, en este caso, para la construcción en esta zona de un nuevo establecimiento turístico deberán ponerse de acuerdo varios propietarios de parcelas, porque ninguna de las existentes tiene la extensión suficiente como para se pueda permitir un establecimiento hotelero en un 10% de la edificabilidad.

Aceptó que, con estas condiciones, si bien no es imposible autorizar en esta zona un nuevo hotel (ahora solo existe el del Palacio de Congresos) "es muy difícil" que se pueda dar alguna nueva licencia.

En resto de la ciudad, que es el tercer ámbito de aplicación de las restricciones que se proponen desde la concejalía de Modelo de Ciudad, solo se podrán construir nuevos hoteles en las calles de más de 20 metros de anchura y siempre que ello no suponga la sustitución de un edificio de viviendas por otro de uso turístico.

Lo anterior, en la práctica, supone que solo se podrán autorizar nuevos hoteles y hostales en el arco de las Avenidas, además de en las calles radiales que constituyen los principales accesos a la ciudad, como las de Manacor, Aragó y General Riera, entre otros.

Si bien se levanta la prohibición de nuevos establecimientos turísticos en la barriada de Santa Catalina, su autorización queda muy limitada ya que ninguna calle interior de la barriada alcanza la anchura de 20 metros. En este caso sólo se podrían dar nuevas licencias en la calle Comte de Barcelona y en la Plaza Progrés.

Modificación del Plan General

Esta restricción se materializará mediante una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, cuya tramitación se iniciará hoy con la aprobación de la propuesta por parte de gerencia de Urbanismo.

El miércoles se llevará a la junta de gobierno con la intención de que, tras su estudio por parte de la comisión de Urbanismo, se apruebe inicialmente en el pleno de este mes de julio, que se celebrará la próxima semana.

Si bien la moratoria aprobada hace un año finaliza el próximo 27 de julio, las nuevas restricciones entrarán en vigor a partir de hoy, tras su aprobación en gerencia, por lo que se descarta la posibilidad de que se produzca una avalancha de solicitudes de licencias.

Según Hila, esta modificación persigue dos objetivos: "Proteger el acceso a la vivienda de los residentes de la ciudad ,y establecer un límite a la apertura de nuevos establecimientos turísticos con el fin de conseguir un modelo sostenible".

La regulación de los establecimientos turísticos acompaña la zonificación del alquiler vacacional, también muy restrictiva en la ciudad ya que solo se permite el arrendamiento en viviendas unifamiliaresarrendamiento en viviendas unifamiliares excepto las situadas en el suelo rústico protegido.