La decisión del Ayuntamiento de dar luz verde al proyecto de urbanización de Son Bordoy, donde se podrán construir 750 viviendas en cuanto el Govern lo apruebe, tal como ayer publicó este diario, ha decepcionado a colectivos ecologistas y de defensa del territorio como GOB y Terraferida. También los vecinos del Molinar han levantado la voz contra esta decisión de Cort que supondrá un incremento poblacional de un 25% para esta barriada, con 2.250 habitantes más. Algo "totalmente inasumible e insostenible" para la plataforma Salvem es Molinar.

Tanto el GOB como Terraferida afirmaron ayer que tenían la esperanza de que el ayuntamiento de Palma desclasificara los terrenos de Son Bordoy aprovechando la revisión del Plan General de la ciudad que está llevando a cabo. Y más cuando en septiembre de 2015, el por entonces regidor de Urbanismo, y actual alcalde de Palma, Antoni Noguera, aseguraba que la solución al problema de falta de viviendas no pasaba por edificar más, habiendo 16.000 pisos vacíos, recordó ayer el GOB.

Una moratoria

Son Bordoy es una de las llamadas reservas estratégicas de suelo que aprobó el Govern Antich hace años. Sin embargo, para Jaume Adrover, de Terraferida, el Ayuntamiento ha perdido una "oportunidad histórica" de frenar este crecimiento, que se podría haber parado con una suspensión de licencias o moratoria, mientras estudiaba posibles soluciones, manifestó ayer. "Es penoso y decepcionante porque todos los planes para hacer más viviendas, para ocupar más territorio, para hacer autopistas siguen adelante, pero todo lo que parece razonable, como la suspensión de licencias, la desclasificación de urbanizables, no", añadió Adrover.

Para el representante de Terraferida, está clara la "falta de voluntad" del consistorio de impedir esta urbanización, "porque este proyecto se podría parar prácticamente con un coste cero", añadió Adrover. En su opinión, "si el Ayuntamiento hubiera tenido voluntad, los tribunales seguramente le hubieran dado la razón", comentó. Para Terraferida, "el gran logro del Ayuntamiento en esta legislatura será mantener una prohibición que ya existe desde 2012", en referencia al alquiler turístico en plurifamiliares.

El GOB acusó ayer a Cort y al Govern de "condenar definitivamente Son Bordoy". Este grupo ecologista considera que con la aprobación del proyecto de urbanización por parte del Ayuntamiento, a falta de que el Govern lo ratifique definitivamente, "se materializará el destrozo de la última área rural del Molinar".

"En esta legislatura había la posibilidad de que el consistorio y el Govern parasen esta actuación de transformación urbanística, pero lo que hemos tenido son excusas de manos atadas, proyectos heredados o intereses de unos socios del Govern (PSOE) para que esto saliera adelante", añadió esta organización ecologista.

"Desde el GOB consideramos que el Govern Antich, ya en su momento, erró con la política de vivienda incentivando más construcción y, concretamente, que el proyecto de Son Bordoy es un monumental error, ahora más que nunca", sentenció esta entidad.

Salvem es Molinar piensa "pedir responsabilidades y cuentas" al Ayuntamiento sobre este proyecto, que ha rechazado desde un principio y del que sigue estando en contra, avanzó ayer una de sus portavoces, Toñi Fernández.

También estos vecinos exigen la protección de Son Bordoy, "aunque se tenga que pagar indemnizaciones", para las que se podría utilizar el dinero recaudado con la ecotasa, sugieren.

A Salvem es Molinar tampoco les sirve como justificación que se trate de un proyecto heredado. "Hay momentos en que hay que dar marcha atrás", exigió Fernández, quien ve "imposible" asumir 750 viviendas más y la cantidad de coches que conllevarán.