El concurso convocado por el Ayuntamiento de Palma para la cesión de uso de un terreno municipal en el polígono de Son Rossinyol para la celebración de la Feria de Abril ha quedado desierto. La única empresa presentada al concurso, Grupo Trui Mallorca

S. L, incumple uno de los requisitos exigidos, que imposibilitan su adjudicación. Cort contemplaba la cesión de 27.000 metros cuadrados para la instalación de casetas y atracciones de feria a cambio de un canon de 1.138 euros.

El teniente de alcalde de Hacienda y portavoz municipal, Julio Martínez, explicó que el Ayuntamiento, en el mismo acuerdo que decide no proceder a esta adjudicación, ha decidido convocar nuevamente la licitación con las mismas bases y condiciones, mediante el procedimiento negociado sin publicidad al que se invitará a tres empresas, entre ellas la que se ha presentado. Con ello se pretende que la Feria de Abril se pueda celebrar como cada año.

Según Martínez, la decisión se ha adoptado como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de Actividades del Govern, más exigente en cuanto a la adopción de medidas de seguridad y de servicios para la celebración de acontecimientos multitudinarios como es la Feria de Abril. En este sentido, recordó que Cort actuó de forma similar en las pasadas fiestas de Sant Sebastià, cuando se exigió a los organizadores de la revetla alternativa de Sant Canut, que se ajustaran a estas medidas y el evento estuvo a punto de no poder realizarse.

No obstante, en la documentación que acompaña la decisión adoptada por la junta de gobierno celebrada ayer se indica que la causa de declarar desierto el concurso se relaciona con el incumplimiento de uno de los puntos incluidos en el pliego de prescripciones técnicas que hace referencia al número de retretes que deben instar los organizadores en el recinto. En concreto, los técnicos municipales aseguran que la propuesta de Trui solo incluye la mitad de los exigidos.

Otro punto controvertido es el relativo a los accesos al recinto y las salidas de emergencia. En este sentido se indica que se habilitarán dos accesos, además de varias salidas de emergencia. No obstante, en el punto que hace referencia a que el adjudicatario debe controlar el aforo máximo mediante la utilización de medios técnicos y logísticos, la propuesta presentada genera varias dudas. En primer lugar, añade un valor económico a la actividad, puesto que contempla un presupuesto de ingresos de 40.000 euros en concepto de tiques de entrada no previsto en los pliegos.

Además, a parte de los tiques, se restringe el acceso a los ciudadanos a una actividad incluida en el marco de unas fiestas municipales. Asimismo, los técnicos cuestionan la eficacia de este método al no contemplar el control de salidas que permita en todo momento conocer el numero de personas que se encuentran en el recinto.