Calvià dispone de una ordenanza que regula la prostitución desde 2004 ya que el Consistorio considera que la venta de servicios sexuales en la calle es una actividad económica y si carece de licencia de actividad debe ser prohibida y sancionada. Esta normativa permite imponer multas a las meretrices y, en el caso de un incumplimiento reiterado de las advertencias de las autoridades municipales, es posible acudir a la vía penal por un delito de desobediencia a la autoridad. Sin embargo, suele ser poco efectiva porque en el ámbito judicial las sanciones se invalidan ya que se cuestiona que un ayuntamiento intente castigar con penas de prisión este tipo de conductas. s.v. palma