Este mundial lo hemos ganado todas

Marga Picornell Vaquer, jugadora del CD Ferriolense femenino 1999-2004

Lo hemos ganado todas las niñas, chicas y mujeres que en un momento de nuestra vida hemos jugado a fútbol federadas en una liga regional o nacional. Los inicios no fueron nada fáciles. Lo sabemos las que tuvimos que remar a contracorriente hace más de 20 años, frente a entrenadores y presidentes de clubes que, con la excusa de «el futbol femenino no es importante», nos iban quitando los pocos derechos que teníamos (como cualquier otro jugador pagábamos anualmente la cuota al Club), nos hacían «el favor» de dejarnos entrenar en el campo adyacente (de tierra, no de césped), en los peores horarios porque los equipos base iban delante e incluso jugar los partidos a la peor hora, porque no éramos el preferente ni el segunda regional que tanto interesaban al club.

Pero las féminas éramos una piña, dentro y fuera del vestuario. Salíamos al campo al grito de «¡vaaamooos!», orgullosas de lucir nuestra camiseta (sin nombre, sólo dorsal, el 17 era mi número), contentas, ilusionadas por ganar cada partido, por ir sumando puntos; porque quedar arriba en la clasificación significaba la continuidad, poder jugar un año más y seguir disfrutando de este deporte. «Si ganamos, el Club no nos va a cerrar», comentábamos entre nosotras. A veces salíamos al campo con dolor de estómago, de cabeza, de ovarios, con la regla, pero allí estábamos aguantando estoicas, dándolo todo, luchando cada balón, agradeciendo los minutos de juego, mientras en ocasiones se oía desde las graderías: «marimacho», «en la cocina tendrías que estar», «el fútbol no es para mujeres»…

A los entrenadores, presidentes de clubes, padres y amig@s que nos apoyaron y creyeron en el fútbol femenino GRACIAS por dejarnos ser nosotras mismas, por dejarnos simplemente jugar y disfrutar este deporte que nunca debió tener etiquetas. Gracias, chicas de la selección española de fútbol por hacernos justicia. Este mundial lo hemos ganado todas.