Opinión

Homenajes para el perdedor

VÍDEO | Así ha sido el recibimiento del Mallorca en el Consolat de Mar tras la final de Copa del Rey

VÍDEO | Así ha sido el recibimiento del Mallorca en el Consolat de Mar tras la final de Copa del Rey / B. Ramon

Quiero pensar que el recibimiento y el homenaje que las autoridades de Balears tributaron a la plantilla del Real Mallorca en el Consolat de Mar tras la final de Copa del Rey de Sevilla fue un error , que celebrar las derrotas como si fueran otra cosa sigue siendo una rareza, un gesto inaudito. Pero en aquel acto de recibimiento a los subcampeones, la presidenta del Govern les dijo a los derrotados de Sevilla . «Ya sois historia del mallorquinismo. Sois los héroes de una generación».

Y en ese momento intenté recordar las finales perdidas que celebraron Real Madrid , FC Barcelona o el mismo Athletic Club, el campeón de la Copa del Rey. Los subcampeonatos de Jorge Lorenzo que terminaron en homenajes, con el piloto a hombros. Y las finales perdidas de Rafa Nadal cuyo trofeo el tenista exhibe en el museo de la Academia de Manacor. «Del subcampeón no se acuerda nadie», dijo Luis Aragonés en la vehemente arenga a los jugadores de la selección española de fútbol previa a la final de la Eurocopa de 2008. 

Quiero decir que si las derrotas son más aleccionadoras que las victorias, no será por actos como el recibimiento del Consolat, que solo se puede entender como un acto de desagravio y una demostración de cariño a la plantilla del Real Mallorca por el esfuerzo desplegado en el Estadio de la Cartuja. Nada más. Porque al Mallorca le toca, como a todos los equipos y deportistas que conocen la frustración de la derrota, curarse las heridas, aprender de los errores cometidos y perseverar. Solo a los niños hay que endulzarles los fracasos, no a los adultos, no a los deportistas profesionales. «He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito», declaró en cierta ocasión Michael Jordan cuando le preguntaron por su carrera. No es solo una frase ocurrente. Tras ser apeado por segunda vez de las finales de la NBA por Detroit Pistons, decidió prescindir de las vacaciones y empezar los entrenamientos al día siguiente. Sin homenajes.

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