Opinión

Mallorca malvive del turismo

Los hoteles de Mallorcaa realizan jornadas de selección de personal

Los hoteles de Mallorcaa realizan jornadas de selección de personal / MANU MIELNIEZUK

Desde finales de febrero hasta hoy, no ha habido empresa turística o cadena hotelera implantada en Mallorca que no haya celebrado su proceso de selección de personal para la temporada que está a punto de arrancar. Algunas de estas empresas realizan los procesos por su cuenta. Y otras, cada vez más con más frecuencia, piden ayuda a la administración pública, al SOIB, el Servei d’Ocupació de les Illes Balears, que con gran difusión realiza la primer criba de los aspirantes a partir de una inscripción de candidatos según perfil, requisitos y condiciones laborales. Y, posteriormente, organiza una jornada con entrevistas para la selección definitiva de los trabajadores .

Tras los llantos invernales de los empresarios, quejándose de la falta de profesionales verdaderamente cualificados para la industria hotelera o la restauración, este año tenía verdadero interés en comprobar si las ofertas estaban mejor dotadas económicamente, es decir si el discurso era cierto y había un verdadero interés por optar a un trabajador más cualificado y lógicamente también mejor retribuido. Y la decepción ha sido grande. Porque incluso en hoteles de cinco estrellas, donde el común de los ciudadanos tendría que ahorrar durante más de un año para poder alojarse un fin de semana en una de sus habitaciones de ensueño, los sueldos que se ofrecen a los trabajadores son retribuciones de pura subsistencia, contratos de fijos discontinuos que alcanzan a duras penas los 1.300 euros mensuales, con abundantes ejemplos peor pagados y algunos casos excepcionales ligeramente por encima de los 1.400. Anoté que una de esas jornadas de selección de personal fue pomposamente bautizada como Talent Day, como si la organizara el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Y pensé que de estas sesiones de contratación a granel se nutren después las estadísticas que sirven a nuestros responsables políticos para celebrar el pleno empleo estival, cuando en realidad la temporada turística nos sale a pagar y Mallorca malvive de un turismo que no tiene el más mínimo interés por captar talento, ni por supuesto por pagarlo.

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