Según los últimos datos del "eurobarómetro", Europa sigue siendo la gran desconocida entre los ciudadanos españoles. Sin embargo, la Unión Europea (UE) repercute en la vida cotidiana de todos sus ciudadanos al abordar desafíos reales a los que se enfrenta la sociedad y actúa en una amplia serie de ámbitos en los que su acción redunda en interés de los estados, de las regiones y, por supuesto, de sus ciudadanos. No cabe duda de que la UE es mucho más que un proyecto económico cuya piedra angular es el euro y el derecho a la libre circulación sin fronteras dentro del mercado único.

La UE es una garantía de libertad, seguridad, justicia y de la libre competencia. La UE protege a los consumidores, al medio ambiente y el desarrollo sostenible; fomenta las energías renovables; promueve una mejora de la conectividad a través de los transportes el aumento de las inversiones en innovación e investigación, y ayuda a generar el mejor entorno para el crecimiento de las pymes. Además, y en la coyuntura actual, Europa se ha convertido en sinónimo de oportunidades de movilidad para los jóvenes, en formación, empleo, investigación, y ayudas al emprendimiento.

Pero sin duda alguna, son los llamados "fondos europeos" lo que nuestros ciudadanos perciben como claro ejemplo de resultado tangible y de beneficio directo proveniente de la UE. Además de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) para los agricultores, del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, y la cofinanciación recibida a través de programas europeos como Horizonte 2020 para I+D+i, el Life para medio ambiente o Erasmus para movilidad, entre muchos otros; si hay una política clave en el proyecto europeo esa es la política de cohesión, los llamados "fondos estructurales", cuya razón de ser es de lograr una convergencia y cohesión económica, social y territorial de todas las regiones de la UE.

Por tanto, Balears sigue viendo en la UE una oportunidad y creemos firmemente en el valor añadido que aporta Europa en un contexto económico y financiero complicado para las regiones europeas. Es incuestionable que esta unión es imprescindible para asegurar el crecimiento, garantizar la competitividad y generar empleo en todos los países y regiones de Europa.

De cara a las próximas elecciones europeas que se celebrarán el próximo mes de mayo, las autoridades regionales debemos creer en el proyecto europeo y tenemos el objetivo de demostrar a la ciudadanía que las elecciones europeas no son algo lejano, ya que las decisiones de las instituciones europeas tienen un gran impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos. Se estima que desde Bruselas se aprueban más de 3.000 normas jurídicas al año, unas 18 al día, sobre diferentes ámbitos de la vida cotidiana de los ciudadanos de cualquier país de la UE, desde los alimentos a la energía pasando por los medicamentos o los medios de transporte. Ante ello, trabajamos con el claro objetivo es que las instituciones europeas incluyan nuestras demandas y necesidades en la legislación que será de obligado cumplimiento.

Sin embargo, somos conscientes de que el retorno que recibimos de Europa debe ser aún mayor y debemos optimizar los recursos y ayudas que provienen de Europa, y en ese camino estamos trabajando. Y en aras a aprovechar más eficientemente los beneficios y las oportunidades que ofrece la UE, trabajamos por reforzar nuestro posicionamiento y capacidad de influencia a escala europea con el firme compromiso de seguir defendiendo nuestros intereses y trasladar nuestras necesidades a las instituciones europeas. Nuestra labor no cesará hasta lograr de Bruselas un tratamiento específico y diferenciado para las Islas que ayude a compensar las desventajas derivadas de la insularidad, tanto a la hora de fijar el reparto de fondos europeos y las ayudas de la PAC, como a la hora de reclamar unas políticas y una legislación europea adaptada a las especificidades que padecen las regiones insulares.

En definitiva, tenemos el reto y también el deber de "hacer Europa", de comunicar mejor a los ciudadanos los logros y oportunidades que supone Europa. No cabe duda de que en 2014, la UE y Balears volverán a unir sus caminos y crearemos los puentes necesarios para continuar con nuestro firme compromiso de aprovechar al máximo el potencial y las oportunidades que ofrece Europa a los ciudadanos de Balears.

*Vicepresidente y Conseller de Presidencia