Un policía de Palma confirma que les ofrecían comida y bebida gratis en un local del Bierkonig

Varios agentes señalan que el encargado del establecimiento de ocio de s’Arenal tenía comunicación directa con el grupo del GAP

Hoy han declarado ocho testigos y el juicio continúa el próximo miércoles

Varios de los acusados, durante la primera sesión del juicio en la Audiencia de Palma.

Varios de los acusados, durante la primera sesión del juicio en la Audiencia de Palma. / B. Ramon

B. Palau

B. Palau

Un policía local de Palma que hoy ha declarado como testigo en la quinta sesión del juicio contra nueve agentes, un empresario y un antiguo funcionario de Cort por un presunto trato de favor a los negocios de Miguel Pascual Bibiloni en s’Arenal a cambio de servicios sexuales y consumiciones gratuitas entre 2007 y 2015, ha confirmado que les ofrecían comida y bebida gratis en un local del Bierkonig. “Cuando trabajaba como policía local en Calvià lo normal era que te ofrecieran una botella de agua, pero en la Playa de Palma te decían que tenían órdenes de no cobrar a los policías”, ha explicado el agente, que está destinado al Grupo de Actuación Preventiva (GAP).

El testigo ha recordado que se trataba de un local de comida rápida, ubicado junto al Bierkonig, en la Playa de Palma, donde empleados pakistaníes servían bebidas y pizzas. “Iban con camisetas del Bierkonig, por tanto, entiendo que es el mismo establecimiento en sí”, ha añadido. Según su versión, el personal no aceptaba el dinero cuando les ibas a pagar, ya que decían que no podían cobrar a policías.

Yo lo vi como una deferencia, no por algo a cambio. Yo no he visto compensaciones por parte del grupo empresarial de Miguel Pascual”, ha aclarado el agente, que ha asegurado que no se sentía a gusto con esta situación: “Yo no me sentía cómodo y dejé de ir allí”.

El testigo también ha rememorado otro hecho que le llamó la atención en una ocasión. “En la discoteca Regine’s, que había una cola de turistas alemanes de más edad esperando en la puerta, se paró un compañero delante con el vehículo policial. Un portero vino corriendo hacia nuestro coche con tres vasos de tubo”, ha manifestado. Según él, evidentemente no aceptaron la bebida.

Comunicación directa con el GAP

Varios agentes han señalado también que el Bierkonig no disponía de control de acceso ni vigilantes de seguridad privada, pese a ser un gran negocio con un aforo de 5.000 personas y con cuatro accesos desde cuatro calles distintas. Algunos de ellos elevaron una queja a sus superiores denunciando esta situación. Los policías también han coincidido al subrayar que el encargado del establecimiento, conocido como Manolo, tenía comunicación directa con el GAP de la Policía Local, ya que disponía del teléfono corporativo del grupo policial.

“A finales del año 2010, en temporada baja, una unidad, un furgón con tres agentes cubría toda la Playa de Palma. Se nos dio una orden de entrevistarnos con el señor Manolo, el encargado del Bierkonig, durante la primera hora de entrar en servicio. La orden nos la dio Carlos Vallecillo”, ha indicado un testigo en referencia a uno de los policías acusados, un oficial del GAP. “No lo consideré extraño en temporada baja porque el Bierkonig seguía teniendo problemas”, ha añadido.

Falta de seguridad privada

Otro agente se ha referido a la falta de seguridad privada en ese establecimiento de Miguel Pascual: “Se utilizaba a la Policía como seguridad privada, ese era el problema”. El testigo ha ratificado que el encargado del local tenía comunicación directa con el GAP: “El Bierkonig tenía acceso directo al teléfono corporativo del GAP”. En cambio, el resto de locales, como cualquier ciudadano, ante cualquier incidente debía llamar a la sala del 092 o al 112, según su versión.

“Se escuchaba, pero yo no lo he visto, que policías recibían consumiciones gratis. Yo siempre llevaba mi cena al trabajo, no iba a buscarla a ningún sitio”, ha destacado uno de los agentes. Hoy han declarado ocho testigos y el juicio prosigue el miércoles en la Audiencia de Palma. Varios de los agentes que han comparecido se han retractado de sus anteriores declaraciones judiciales y han explicado que estaban condicionadas y guiadas por el exfiscal Subirán. Todos ellos han dicho que desconocían que hubiera un trato de favor a los negocios de Miguel Pascual y que hubieran sido compensados.