Opinión | Franco entra en el Parlament

Franco entra en el Parlament bajo palio, sostenido el dosel por los tránsfugas de Vox para que Marga Prohens reciba al tirano con los honores reservados en democracia a un equipo de fútbol, en sala o a campo abierto. La presidenta de Balears felicitará al Generalitísimo por su golpe de Estado «poliédrico», la palabra utilizada en la Proposición de Ley. A continuación, obligara a los diputados conservadores a postrarse ante el el Caudillo de la cuadrilla, y a los progresistas a llorar por no haber ido a votar el 28M.

Mallorca solo quería liberarse de los pelmazos que sollozan por la memoria histórica mientras contratan a Koldo, la parroquia ignoraba que la factura incluía desenterrar al dictador. La innovación de la Ley de Desmemoria Histórica no consiste en apadrinar el nazismo, al prolongar la era «poliédrica» hasta 1945. Sobre todo, se da la bienvenida y se auspicia un nuevo Alzamiento Glorioso. Al consignar que en los años treinta «la conversación pública saltó por los aires», se está definiendo a Sánchez según PP/Vox, y los mismos síntomas requieren idénticos remedios.

Como PP/Vox son «generosos», de momento se podrá seguir siendo moderadamente antifranquista en horario infantil. Al recuperar bajo palio al «sapo iscariote» de León Felipe, el Govern de Prohens le ofrece un hermoso regalo de cumpleaños a Franco en el cincuenta aniversario de su muerte solo humana.

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