OPINIÓN

El PSOE canceló Anticorrupción

Jaume Far, antes de que el PSOE cerrara la Oficina

Jaume Far, antes de que el PSOE cerrara la Oficina

Matías Vallés

Matías Vallés

Mallorca es la geografía con más políticos corruptos por kilómetro cuadrado, por lo que es lógico clausurar la Oficina Anticorrupción para ahorrarse la vergonzosa constatación. Sin embargo, el cierre no corresponde al PP, que todavía tiene a dirigentes en la cárcel. La citada institución fue impuesta por Podemos y cancelada por el PSOE, al imponer a un reprochable alto cargo socialista para que no aflorara ni un solo caso de corrupción ligado al partido de Koldo.

Hablando de las mascarillas tóxicas, el detallado trabajo de Jaume Far con los oscuros envíos pandémicos, antes de que el PSOE cerrara la Oficina, están teniendo un valor inapreciable para verificar la corrupción socialista camuflada bajo el lema de "salvar vidas". Ya bajo la disciplina del Consolat izquierdista, ni siquiera se denunció a los altos cargos progresistas que se apropiaron de vacunas en detrimento de otros ciudadanos, un comportamiento saldado con condenas penales en Extremadura.

El PSOE anuló la Oficina porque piensa que se corrompe en bien de todos, el PP la remata después de muerta porque tendría un exceso de trabajo con los populares. En medio, Sebastià Sagreras porfía en sus meteduras de pata vocacionales, al decretar que "Armengol y su Govern ignoraron los informes de esta oficina". Según el portavoz de la derecha, el PP se comporta igual que el PSOE, solo que más tarde.

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