Pau Vadell, gerente de Arrels i Ales: «La falta de empleados cualificados es un gran problema»

La figura del trabajador familiar, no cuidador -en palabras de Pau Vadell, gerente de Arrels i Ales, entidad que trabaja en la actualidad para el Govern al externalizar algunos servicios- es un nicho todavía por explotar. Un empleo del que poco «se sabe», pero que es «el futuro». Un futuro, ciertamente cercano, del que Vadell pone sobre aviso: «Tenemos una gran falta de personal cualificado, hay que profesionalizar el sector para acompañar a nuestros mayores como se merecen».

Para ello, Vadell aboga por romper mitos «erróneos»: «Hay que entender que la labor del trabajador familiar va mucho más allá del higiene. Es cierto que es una tarea, pero no la única». De hecho -dice- lo que realmente copa la labor de estos ángeles de la guarda son su empeño por mejorar la calidad de vida de las personas dependientes, trabajando sobre la estimulación cognitiva y física. ¿Cómo? Activando su cuerpo y mente a través de diferentes actividades como leer el diario, pintar, hacer sopas de letras, gimnasia,... «Todo para que estas personas se sientan útiles y su envejecimiento sea activo», apunta el gerente de Arrels i Ales, psicólogo de formación.

VÍDEO | Los ángeles de la guarda de las personas dependientes

Su deseo de "cambiar la vida" de las personas más vulnerables nació de la mano del profesor de la UIB Francisco Javier Pérez Pareja. Posteriormente, tras viajar por el norte de Irlanda e Inglaterra tuvo claro que ese sistema debía trasladarlo a España. En esos países, según cuenta, la figura del trabajador familiar está integrada en la sociedad. Una alternativa a la residencia de la que la mayoría echa mano. Ahora, trabaja para dar mayor visibilidad a su figura. Por el momento, este año tendrá 17 estudiantes en prácticas. Es una buena señal, hace apenas unos años no tenía ninguno.