¿Colapsará la corriente del Atlántico? Los motivos por los que es "improbable", según el oceanógrafo mallorquín Joan Mateu Horrach

El ingeniero de datos mallorquín que trabaja en el Grupo de Oceanografía Física del Instituto de Geofísica de Bergen (Noruega) expone que hay hipótesis que señalan que se formarían más aguas profundas en las zonas árticas, "por lo que estaríamos hablando no de colapso, sino de una reestructuración del sistema"

Costa ártica. GLACIAR

Costa ártica. GLACIAR / Efe

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

Ante el bombazo informativo sobre el inminente colapso de la corriente del Atlántico, a raíz de un artículo de investigadores de la Universidad de Utrecht, el oceanógrafo mallorquín Joan Mateu Horrach, actualmente ingeniero de datos del Grupo de Oceanografía Física del Instituto de Geofísica de Bergen (Noruega), expone y matiza que de la misma manera que hay artículos que apuntan a un debilitamiento de la AMOC, hay otros que sugieren lo contrario (Arthun et al. 2023, Bretone et al. 2022, Vage et al. 2022).

En este último sentido, explica: “Como consecuencia de la desaparición del hielo se formaría más agua profunda porque hay más superficie libre para formar agua densa en las zonas árticas. Se pasaría de lo que conocemos como AMOC a una ArMOC [A(tlantic) a Ar(ctic) Meridional Overturning Circulation]”. Es decir, la hipótesis es que estas aguas profundas se producirían no en el mar de Groelandia como ahora, sino más hacia el norte, en el Ártico. A saber, el Ártico podría mostrar resiliencia “permitiendo que se sigan formando aguas profundas, de momento”, defiende Horrach, que informa de que en estos momentos hay un proyecto para investigar más en esta cuestión en la universidad donde trabaja.

"No habrá colapso, sino una reestructuración del sistema"

Por otro lado, el científico mallorquín añade que a día de hoy no hay ninguna tendencia en cuanto a volumen de formación de aguas profundas en el Atlántico y que de momento se sigue produciendo la misma cantidad de agua desde que se tienen observaciones. “Necesitaríamos más datos para establecer una tendencia, sólo llevamos desde mediados de los noventa calculando ese volumen”, apunta.

“Además, la corriente del Golfo es físicamente improbable que colapse, aunque es posible que esté disminuyendo”, sostiene. Los motivos son dos: “La corriente del Golfo depende de la rotación terrestre y la configuración de los vientos”. “Por ello, es muy alarmista hablar de colapso, me parece bien concienciar a la gente, pero con según qué afirmaciones no se contribuye a la ciencia”, sentencia.

archivo glacier ice at prince christian sound north atlantic sea

archivo glacier ice at prince christian sound north atlantic sea / Efe

Por último, el ingeniero de datos mallorquín en el Instituto de Geofísica de Bergen apunta que todo esto son modelos. “De la misma manera que hay modelos que muestran una disminución drástica de la corriente del Golfo, hay otros que sugieren una resiliencia de la formación de aguas profundas y una migración de a la AMOC a una ArMOC, de tal manera que no se producirá un colapso, sino un cambio, una reestructuración del sistema”.