Baleares da los primeros pasos para producir cannabis medicinal

La presentación del proyecto de la Universitat de les Illes Balears coincide con el anuncio de que el Ministerio de Sanidad ha dado el primer paso para regular por ley el uso del cannabis medicinal

Es el primer estudio de Baleares con este fin autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Baleares ha dado ya los primeros pasos para producir cannabis medicinal. Un proyecto de la Universitat de les Illes Balears (UIB) investiga la mejora de los cultivos de cannabis mediante la concentración elevada de CO2 con el objetivo de producir cannabinoides de alta calidad con fines medicinales. El estudio se está llevando a cabo gracias al acuerdo de colaboración con la empresa Bio Island XXI, SL, y es el primero autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para cultivar esta planta con fines de investigación científica en Balears.

La presentación del proyecto tuvo lugar este miércoles en el edificio Mateu Orfila i Rotger y corrió a cargo de su coordinador principal, Jeroni Galmés, catedrático del Departamento de Biología y miembro del grupo de investigación en Biología de las Plantas en Condiciones Mediterráneas (PLANTMED); de Miquel Galmés, administrador de Bio Island XXI, SL; Manuel Miró, investigador principal del grupo de investigación de Análisis por Inyección en Flujo y Análisis de Trazas (FI-TRACE); y Francisco Antonio Casado, encargado de la parte experimental.

Según explicó Miquel Galmés, hasta obtener la licencia por parte de la Agencia Española de Medicamentos «han pasado más de dos años», aunque especificó que antes de este periodo estuvieron varios buscando a los profesionales y las instalaciones adecuadas para la investigación, ya que es necesario un invernadero de bioseguridad y además «fue necesario implementar un doble sistema de seguridad para poder llevar a cabo el estudio».

Cabe destacar que el nuevo invernadero del campus de la UIB -inaugurado el año pasado- «es de las instalaciones más punteras del Estado».

Fue Galmés quien explicó el origen del estudio al reconocer que uno de sus mejores amigos padece esclerosis múltiple (EM) «y hace años que solo el cannabis medicinal le permite tener una vida medio normal». Por este motivo -remarcó- se quiso poner manos a la obra y hacer algo para mejorar su vida y la de quienes padecen enfermedades como esta.

Francisco Antonio Casado, Manuel Miró, Miquel Galmés y Jeroni Galmés, este miércoles en la UIB.

Francisco Antonio Casado, Manuel Miró, Miquel Galmés y Jeroni Galmés, este miércoles en la UIB. / N.C.B.

Concentración de CO2

El proyecto evalúa el potencial productivo de dos variedades mejoradas genéticamente de cannabis sativa para la producción de cannabidiol (CBD) con finalidades medicinales y consta de dos fases. 

La primera, ya finalizada, ha sido la de cultivo, durante la cual los investigadores del grupo PLANTMED fueron los encargados de criar y controlar el crecimiento de las plantas de ambos genotipos en el nuevo invernadero de bioseguridad del campus de la UIB. ¿Cómo se optimizó su cultivo? Según explicaron desde la Universitat, «optimizando las condiciones térmicas, lumínicas y de fertilización mineral a las necesidades específicas de estas variedades».

Cabe destacar que aparte de los dos genotipos estudiados, un componente innovador del proyecto fue la aplicación de dos tratamientos de fertilización carbónica, uno a 450 ppm (partes por millón) de CO2, y otro a 900.

Los resultados preliminares indican que las plantas de cannabis presentan una alta capacidad de aclimatación fotosintética al elevado CO2, lo que repercute en un ahorro de agua y de nutrientes por unidad de biomasa producida.

Según explicaron, esta es una información valiosa «para la optimización productiva de variedades de alto cannabidol y con vistas a comprender cómo las plantas responderán a las elevadas concentraciones de dióxido de carbono atmosférico en un futuro próximo» (lo que guarda estrecha relación con el cambio climático).

A pesar de todo, detallaron que de esta primera fase todavía queda pendiente el análisis del transcriptoma (la colección de todas las lecturas de genes presentes en una célula), que aportará información sobre qué genes son los responsables de la aclimatación a un CO2 elevado.

La segunda fase es la que se llevará a cabo próximamente en el laboratorio FI-TRACE y se centrará en la cuantificación del perfil de cannabinoides de las flores de las muestras de la primera fase del proyecto y permitirá conocer qué compuestos con potencial medicinal han producido las plantas de cannabis.

La presentación del proyecto de la Universitat de les Illes Balears coincidió con el anuncio de que el Ministerio de Sanidad había dado el primer paso para regular por ley el uso del cannabis medicinal, es decir que sacó a consulta pública el proyecto de real decreto con el que regulará su uso, que será prescrito y dispensado en forma de fórmulas magistrales a base de extractos estandarizados y limitadas para patologías que hayan demostrado una relación riesgo-beneficio favorable.

¿Cuál será el camino a seguir?

Como bien señaló el administrador de Bio Island XXI, SL, «la idea sería tener la base legal que permitiera producir de una manera continuada cannabis medicinal», ya que lo ideal sería -especificó- «realizar diferentes ensayos clínicos para que productos testeados puedan ir destinados, por ejemplo, a pacientes que se encuentren en un tratamiento con quimioterapia, porque está demostrado que les ayuda a fortalecerse y a que su sistema inmunológico funcione correctamente».

Así, especificó que tras la obtención del apoyo de la Agenda Española de Medicamentos, «ahora se abren diferentes caminos que aún no están definidos», uno de los cuales -recalcó- podría ser «hacer una materia prima homologada para ser exportada a laboratorios» o incluso llevar a cabo ensayos clínicos, aunque dejó claro que este aspecto «sería más complicado». Finalmente, explicó que todo lo que se está haciendo en estos momentos en España en este ámbito «es para exportación».